El portavoz de Vox en el Congreso de los Diputados, Iván Espinosa de los Monteros, ha justificado este martes tanto las caceroladas de los últimos días como el escrache que sufrieron el vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, y la ministra Irene Montero delante de su casa. Además ha negado que generen crispación y que estén lideradas por su partido, aunque ha admitido que él y otros miembros de Vox participan en ellas.
Espinosa, que ha reconocido en una entrevista para TVE su presencia en las protestas desde hace tres días, ha recalcado que los ciudadanos están "hartos" del Gobierno y protestan con caceroladas "espontáneas". Según el dirigente de Vox, "el futuro de España está muy negro" y que los ciudadanos protestan contra el Gobierno por ser incapaz de solucionar la crisis económica y sanitaria y por coartar derechos fundamentales.
Ampliación del estado de alarma
Por estos mismos motivos, Espinosa ha justificado el no de Vox a la nueva prórroga del estado de alarma que se vota este miércoles. "No nos podemos fiar de un Gobierno que utiliza el estado de alarma como un estado de excepción encubierto", ha subrayado Espinosa, que ha insistido en que "bajo ninguna circunstancia" pueden apoyar un ejecutivo "semejante" que aprovecha "el miedo que ha generado para prolongar el estado de alarma".
Preguntado por la situación política en la Comunidad de Madrid, ha asegurado que la relación entre el líder de Vox, Santiago Abascal, y la presidenta madrileña, la popular Isabel Díaz Ayuso, es "muy normal y muy fluida" y se mantiene dentro de lo firmado en el acuerdo de investidura.
Ha atribuido la "incertidumbre" política a que "hay un socio del que todo el mundo sabe que uno no se puede fiar" y que "ahora necesita una cierta exposición mediática" y "dar algún titular". Ha responsabilizado así sin mencionarlo a Ciudadanos, socio de Gobierno del PP, de generar "cierta inestabilidad" en la Comunidad.