El estado de alarma del coronavirus ya tiene contenido material. Este sábado se ha dado a conocer tras una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros que ha durado siete horas. Las medidas del decreto suponen una limitación prácticamente total de los movimientos de los ciudadanos durante la vigencia del estado de alarma, durante al menos quince días prorrogables. Los españoles sólo podrán circular para actividades esenciales, como la adquisición de alimentos o de productos farmacéuticos. Después de llegar tarde a la gestión de una crisis que se ha descontrolado, ahora el Gobierno se apresura a tomar medidas para contener la pandemia. Las medidas no contemplan el aislamiento del principal foco de contagio: la Comunidad de Madrid. Ya han entrado en vigor al haber sido publicadas en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
La batería de medidas es amplia, y comporta una gran recentralización. El cierre de locales, anunciado ya por algunos gobiernos autonómicos, se amplía a todo el Estado. Las Fuerzas Armadas se movilizan y quedan bajo la tutela del Ministerio del Interior. Las policías autonómicas, como los Mossos d'Esquadra, también quedan bajo la dirección del ministro Fernando Grande-Marlaska. Tres ministros más tendrán competencias por encima de las comunidades autónomas.
Con respecto a la circulación, según el decreto, mientras dure el estado de alarma, los ciudadanos sólo podrán salir a la calle para las siguientes actividades y siempre de forma individual excepto en los casos que lo requieran:
a) Adquisición de alimentos, productos farmacéuticos y de primera necesidad.
b) Asistencia a centros sanitarios.
c) Desplazamiento al puesto de trabajo para efectuar su prestación laboral, profesional o empresarial.
d) Retorno al lugar de residencia habitual.
e) Asistencia y cuidado a personas mayores, menores, dependientes, personas con discapacidad o personas especialmente vulnerables.
f) Desplazamiento a entidades financieras
g) Por causa de fuerza mayor o situación de necesidad.
h) Cualquier otra actividad de naturaleza análoga debidamente justificada.
También se permitirá la circulación de vehículos para estas actividades o por repostar en gasolineras o estaciones de servicio. El decreto concluye que "en todo caso, en cualquier desplazamiento tendrán que respetarse las recomendaciones y obligaciones dictadas por las autoridades sanitarias".
En este contexto, el ministro del Interior podrá acordar el cierre de carreteras o tramos de estas "por razones de salud pública, seguridad o fluidez del tráfico".
¿Y los transportes?
Con respecto al transporte público, no se cierra, sino que se reduce. En el caso de Cercanías incluso se mantendrá la misma oferta. Para el resto, queda de la siguiente forma:
I. Servicios ferroviarios de media distancia: 50%
II. Servicios ferroviarios media distancia-AVANT: 50%
III. Servicios regulares de transporte de viajeros por carretera: 50%
IV. Servicios de transporte aéreo sometidos a OSP: 50%
V. Servicios de transporte marítimo sometidos a contrato de navegación: 50%
¿Qué está abierto?
Por otra parte, el decreto de estado de alarma amplía el alcance de las medidas ya adoptadas en otras comunidades, como es el de Catalunya, con respecto al cierre de comercios que no sean para la compra de alimentos, medicamentos o bienes de primera necesidad. "La permanencia en los establecimientos comerciales cuya apertura esté permitida tiene que ser la estrictamente necesaria para que los consumidores puedan realizar la adquisición de alimentos y productos de primera necesidad, quedando suspendida la posibilidad de consumo de productos en los propios establecimientos," establece el documento. "En todo caso, se evitarán aglomeraciones y se controlará que consumidores y empleados mantengan la distancia de seguridad de al menos un metro con el fin de evitar posibles contagios", añade. También se cierran todos los bares y restaurantes, pudiendo ofrecer solo servicio a domicilio.
Las excepciones son los establecimientos comerciales minoristas de alimentación, bebidas, productos y bienes de primera necesidad, establecimientos farmacéuticos, médicos, ópticas y productos ortopédicos, productos higiénicos, peluquerías, prensa y papelería, combustible para la automoción, estancos, equipos tecnológicos y de telecomunicaciones, alimentos para animales de compañía, comercio por internet, telefónico o correspondencia, tintorerías y lavanderías.
Órdenes directas de Marlaska
El decreto establece que "los integrantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, los Cuerpos de Policía de las Comunidades Autónomas y de las Corporaciones Locales quedarán bajo las órdenes directas del titular del ministerio del Interior, a los efectos de este real decreto, en cuánto sea necesario para la protección de personas, bienes y lugares pudiendo imponerloe servicios extraordinarios por su duración o por su naturaleza". Estos agentes, incluidos los de los Mossos d'Esquadra, "podrán practicar las comprobaciones en personas, bienes, vehículos, locales y establecimientos" para impedir que se lleven a cabo actividades suspendidas.
De la misma manera, se moviliza al Ejército, que podrá actuar para "asegurar el buen funcionamiento" de lo que dispone el decreto de estado de alarma, y en concreto con respecto a las medidas para garantizar el suministro alimentario.
Lo mismo que con los agentes de policía pasa con el personal sanitario. El decreto señala que "todas las autoridades de las administraciones públicas" del territorio español, "y en particular las sanitarias", así como los funcionarios y trabajadores a su servicio, quedarán bajo las órdenes del ministro de Sanidad, Salvador Illa, cuando "sea necesario para la protección de personas, bienes y lugares".
Ministros por encima de las comunidades
Aparte del presidente del Gobierno, las autoridades competentes serán la ministra de Defensa, Margarita Robles, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, y el ministro de Sanidad, Salvador Illa. Según el decreto, "quedan habilidades para dictar los acuerdos, resoluciones, disposiciones e instrucciones" que sean necesarias. Estos "actos, disposiciones y medidas" los podrán adoptar "de oficio o a solicitud motivada de las autoridades autonómicas y locales" y "no será precisa la tramitación de procedimiento administrativo alguno". En el caso de Sanidad, las competencias están totalmente transferidas a las comunidades autónomas, pero el Estado las recupera si es necesario.
Discrepancias económicas
El del estado de alarma por el coronavirus ha sido el Consejo de Ministros más largo que se recuerda en muchos años. Ha empezado a las once menos cuarto de la tarde y estaba previsto que el presidente Pedro Sánchez compareciera sobre las dos del mediodía en una comparecencia pública. Pero la duración de la reunión ha ido aplazando la declaración institucional, que ha acabado siendo siete horas más tarde. El principal frente de discrepancias: el plan de choque económico para hacer frente a la pandemia y el apoyo a los trabajadores, que se ha aplazado al martes. A un lado, la vicepresidenta tercera Nadia Calviño y la ministra de Hacienda Maria Jesús Montero. En el otro, el vicepresidente segundo Pablo Iglesias y la ministra de Trabajo Yolanda Díaz.
El decreto de estado de alarma no detiene la actividad productiva, sino que obliga a todas las empresas que puedan hacerlo a enviar a sus trabajadores a trabajar desde casa. En todos los casos no es posible, pero el real decreto no detiene la actividad de estos sectores, como el industrial. Los ministros de Podemos también reclaman apoyo más claro a los trabajadores que se pueden ir a la calle por el parón económico del país.
Consejo de Ministros presencial
Este viernes, ante la virulencia del coronavirus, el presidente español Pedro Sánchez anunció una decisión excepcional: el estado de alarma en toda España durante al menos quince días. El Consejo de Ministros se ha reunido de forma extraordinaria este sábado, de forma presencial en La Moncloa, con las únicas ausencias de las ministras Irene Montero y Carolina Darias, que han dado positivo. Sí que ha asistido el vicepresidente segundo Pablo Iglesias, aunque se había sometido a una cuarentena. Aún así, se han tomado medidas de seguridad: la reunión se ha celebrado en una sala más grande, que ha permitido que haya un metro de distancia entre ministros, y había jabones desinfectantes.
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