La Fundación Bertelsmann ha alertado de que llega un "retroceso democrático" en numerosos países a causa del coronavirus, y la forma de combatirlo que tienen los gobiernos.
"El estado de derecho y las libertades políticas se están erosionando en un número creciente de democracias. Los efectos de la pandemia del coronavirus amenazan con intensificar esta evolución", indica en un informe.
Según la fundación, que cada año analiza el estado de las democracias con diversos índices, este año es el que da resultados más pobres desde 2004, cuando empezó a estudiarlo. "De los 137 países actualmente examinados, la ITV clasifica a 74 como democracias y a 63 como autocracias", resume. El estudio no incluye ni la Europa occidental, ni Estados Unidos y Canadá, ni Australia i Nueva Zelanda, con lo que no hay datos de España.
En líneas generales hay más de 3.000 millones de personas que ahora están "peor gobernadas que hace 10 años", indican los investigadores, que remarcan el retroceso que han puesto de manifiesto sobre todo Hungría, Turquía, el Brasil, India, México o Nigeria.
El informe es muy contundente con Hungría. "La legislación de emergencia húngara, con su suspensión indefinida de la separación de poderes, ejemplariza que la lucha contra COVID-19 fomentará aún más la tendencia hacia un poder ejecutivo fuerte y que será instrumentalizada por algunos jefes de Estado para consolidar estructuras autoritarias", indica.
Afirma que en los casos de retroceso este se acompaña a menudo con "la supresión de la oposición y de las minorías étnicas o religiosas". Este es el caso también en Turquía, que los autores clasifican como autocracia por primera vez "a causa de restricciones masivas a la libertad de prensa, el desprecio a los derechos civiles y el ataque a la separación de poderes".
"Más represión en las autocracias, y más deficiencias en las democracias", resume la Fundación Bertelsmann, pero asegura que esta tendencia no es irreversible. Y pone pequeños ejemplos de avance democrático. "En Ecuador, se ha superado un régimen cada vez era más autoritario y se han iniciado procesos de democratización en lugares inesperados como Armenia y Malasia. También existen luces de esperanza contra la tendencia autoritaria a Etiopía y, después de la finalización del periodo de evaluación que hemos hecho, también en Argelia o Sudán. Allí, las protestas prolongadas han comportado cambios en el gobierno y la esperanza en un cambio político", detalla.