La canciller Angela Merkel ha hecho una intervención televisada esta tarde, para remarcar la gravedad de la crisis del coronavirus y ha pedido que los alemanes se la tomen muy seriamente. Merkel lo ha dejado clarísimo con una comparación. "Es grave. Tómenselo en serio. Desde la reunificación alemana, no, desde la II Guerra Mundial no ha habido un desafío en nuestro país que dependa tanto de nuestra actuación común y solidaria", ha insistido.
La canciller ha indicado la situación generada por esta pandemia, con unos 8.200 infectados y 12 muertos en Alemania, es "seria y está abierta", una "tarea histórica", aunque ha advertido que hay que evitar caer en el pánico.
La declaraciones televisadas son una rareza en Alemania, y están reservadas para momentos críticos. Los excancilleres Gerhard Schroder y Helmut Kohl sólo usaron este formado en dos ocasiones cada uno.
"Tenemos que demostrar, aunque nunca antes habíamos vivido una cosa así, que podemos actuar con el corazón y la cabeza y así salvar vidas. Eso va sin excepciones para todos y cada uno de nosotros", ha afirmado.
"Creo firmemente que superaremos esta prueba si realmente todas las ciudadanas y todos los ciudadanos lo asumen como trabajo", ha seguido Merkel en lo que era su primera declaración televisada.
"Tenemos que limitar el riesgo de contagio de la única manera posible", ha dicho, y esta es "reducir la vida pública al máximo", aunque con "sentido común y medida". "Cumplan las normas que valen para estos días", ha indicado la canciller, que va citado, por ejemplo, la medida que los abuelos no se encarguen de los nietos una vez cerrados los colegios, ya que los abuelos son grupos de riesgo.
Las actuales limitaciones, "difíciles de decretar en una democracia y sólo temporales", son "de momento inevitables para salvar vidas", ha añadido.
El objetivo principal de las medidas, según Merkel, es "ralentizar la extensión de virus" para "ganar tiempo", limitar el número de contagios -y de defunciones-, no sobrecargar el sistema sanitario, además de dar margen al desarrollo de un medicamento o una vacuna contra el coronavirus.
Con respecto a las medidas económicas, la canciller ha asegurado que el Gobierno alemán hace "todo lo que puede para suavizar las consecuencias económicas", y especialmente para "defender todos los puestos de trabajo". "Podemos y haremos todo lo necesario para ayudar a las empresas y trabajadores a cruzar esta dura prueba", ha indicado.
También ha pedido a los alemanes evitar acaparar alimentos y bienes de primera necesidad, como ha ido pasando en los últimos días, lo que ha llegado a provocar desabastecimientos puntuales.