Un Congreso de los Diputados prácticamente vacío por el confinamiento, y de madrugada, ha dado luz verde a la prórroga del estado de alarma hasta la medianoche del 11 de abril. Tal como pidió el Gobierno, las medidas excepcionales se alargarán dos semanas más para tratar de combatir la pandemia del coronavirus. A pesar de las múltiples discrepancias con las medidas adoptadas por el ejecutivo, ningún partido ha votado en contra. Eso sí, sus socios, desde Más País hasta los independentistas catalanes y vascos, le han reclamado el confinamiento total y el paro de la actividad. El presidente español se ha limitado a decir que "lo estudiará". Pero las propuestas de los grupos han sido tumbadas en el hemiciclo.
Como era de esperar, la prórroga de dos semanas del estado de alarma ha contado con los votos necesarios. De hecho, ningún diputado ha votado en contra: 321 votos a favor y 28 abstenciones. En el lado del sí, el PSOE, Unidas Podemos, el PP, Vox, Ciudadanos, el PNV, Más País, Compromís, el BNG y Teruel Existe. En el lado de las abstenciones, ERC, JxCat, la CUP y EH Bildu.
Ante las peticiones en varios sentidos, Pedro Sánchez ha querido adelantar que su gobierno seguirá adoptando medidas para combatir la pandemia, e incluso se ha mostrado abierto a incorporar medidas que le hagan llegar los diversos grupos. Eso sí, con un tope: el "difícil equilibrio" entre luchar contra el virus y mantener la recuperación económica. Utilizando lenguaje médico, el presidente español ha defendido que "hay que utilizar el bisturí para no amputar ningún miembro que comprometa la recuperación".
"Sé que no es fácil prolongar el estado de alarma y las medidas de confinamiento, pero la única opción eficaz contra el virus es el aislamiento social", ha defendido el presidente español, que ha reclamado la confianza de la cámara baja española. Ha dicho que el "tiempo" es "imprescindible para ganar al virus", y ha reclamado "unidad y lealtad". Se ha comprometido a convertir la comisión de Sanidad en una comisión de seguimiento del coronavirus, con una comparecencia semanal del ministro Salvador Illa.
Casado: "No estamos para mítines"
El líder de la oposición, Pablo Casado, ha asegurado salir "más preocupado" después de la intervención de Sánchez. "Nuestro país no está para mítines. Los españoles necesitan soluciones, no promesas", le ha reprochado el líder del PP, que ha lamentado que "el gobierno no está respondiendo a la altura" del sacrificio de los españoles. A pesar de todo, ha dado apoyo a las medidas y le ha reclamado que las active "ya" para hacer frente a la crisis. "Estoy siendo el líder de la oposición que usted no fue", le ha espetado. Lo ha comparado con la gestión del ébola bajo el gobierno de Mariano Rajoy.
Más hiperventilado ha sido Santiago Abascal, que directamente ha reclamado la destitución de Quim Torra, Pablo Iglesias, Salvador Illa e incluso Fernando Simón. Con respecto al president de la Generalitat, le ha reclamado el 155 "o lo que haga falta" para apartarle del poder, porque pone "en más riesgo todavía la vida de los catalanes". Con respecto al Gobierno, le ha acusado de actuar con "sectarismo, incapacidad y falta de previsión". Ha aprovechado la ocasión para reivindicar el papel de las fuerzas armadas en esta emergencia sanitaria.
La diputada de Ciudadanos María Muñoz, ha justificado su voto favorable por la "lealtad" y el "sentido de Estado" de su partido. No obstante, ha cargado contra la "inacción" del gobierno de Pedro Sánchez, que ha dicho que ha puesto en "peligro" la vida de los españoles.
Rufián avisa a Sánchez: "Hay que parar"
El Gobierno ha llegado "tarde y mal" a la crisis del coronavirus. Así lo ha denunciado el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, que ha exhibido un tono muy crítico, bien alejado del guante de seda del inicio de la legislatura. Es por eso que ha enviado una advertencia a Pedro Sánchez: no puede volver a llegar tarde, como en el momento de cerrar los principales focos de infección, Madrid y Catalunya. "Hay que parar y cuanto antes", ha asegurado el dirigente republicano, que ha reclamado el cese de toda actividad no esencial. Ha avisado que, si no, los daños serán irreparables. "O paramos el país o nos quedamos sin país, sea el país que sea," ha insistido.
La diputada de la CUP Mireia Vehí, ha defendido que España no necesita "ni armas ni militares" contra el coronavirus, sino "pan, techo, sanidad y confinamiento total." Le ha propuesto una batería de medidas, desde el parón económico hasta la renta básica, la suspensión del pago de hipotecas y alquileres o la prohibición de los despidos. También se ha dirigido a Pablo Casado por "tener la vergüenza de apropiarse" de los aplausos a los sanitarios. "Los recortes de la sanidad pública matan y tienen responsables", ha afirmado Vehí.
Al pleno no ha asistido ningún diputado de JxCat, que no obstante han votado telemáticamente y se han abstenido. Durante la jornada de hoy, han vuelto a reclamar el confinamiento total de la población para luchar contra la pandemia.
Hemiciclo vacío
Como en el pleno de la semana pasada, las imágenes han sido de un hemiciclo casi vacío. De los 350 diputados que integran la cámara baja española, 307 han pedido votar telemáticamente, una opción habilitada aunque el reglamento lo restringe a causas de enfermedad o embarazo. En la sala de sesiones había una cuarentena de diputados. Nuevamente han sido protagonistas dos mujeres, Catalina Guille y Pilar Gil, del servicio de limpieza del Congreso de los Diputados, que han procurado por la higiene en tiempo de coronavirus. Han recibido un aplauso transversal de los pocos parlamentarios presentes. El mismo aplauso se ha producido a las ocho de la noche, esta vez para los sanitarios.
El pleno, que ha empezado a las tres del mediodía, ha acabado entrada la madrugada, a las dos.
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