La mayoría de presidentes ya trabajaban en sus propios planes de desconfinamiento desde hace semanas. Es el caso del presidente Quim Torra, pero también del lehendakari Íñigo Urkullu, del mandatario andaluz Juanma Moreno y tantos otros. Estos planes, sin embargo, han ido rápidamente a la basura con la comparecencia de Pedro Sánchez. El presidente español ha pasado la apisonadora con su Plan de transición hacia una nueva normalidad. Si bien garantiza un desconfinamiento asimétrico, este se hará bajo las órdenes del mando único, por provincias y con unos criterios totalmente uniformes. El único gesto, decir que "estudia" las franjas horarias que pide la Generalitat de Catalunya.
Durante su comparecencia, donde ha impuesto las fases y los tempos a las comunidades autónomos, Pedro Sánchez ha tirado de la misma retórica con la que justificó la recentralización de competencias con el estado de alarma. Si bien la desescalada será asimétrica, hace falta que haya "unas normas coherentes y compartidas por estos avances". Si bien serán comunidades, diputaciones y ayuntamientos "gestionarán" el proceso, las directrices llegarán desde la capital del Estado.
A pesar de la "coordinación" prometida a las comunidades, el tic centralista de Sánchez generará recelos en los territorios, que ya preparaban estrategias desde la proximidad, incluso los presidentes socialistas. Hoy mismo la presidenta balear, su compañera socialista Francina Armengol, lanzaba un aviso a navegantes: "España no es Madrid". Al final Madrid ha acabado siendo España.
Catalunya: tres fases y cinco pasos
Elaborado a partir del informe del prestigioso epidemiólogo Oriol Medio, el Govern de la Generalitat aprobó el pasado sábado su plan de desconfinamiento. Contemplaba tres fases: el final del confinamiento, el desconfinamiento gradual y la nueva normalidad. También preveía cinco pasos en función del perfil de personas y las áreas de trabajo afectadas. En el primer paso, las personas sanas vuelven a los lugares de trabajo no esenciales. El segundo contempla el desconfinamiento parcial de determinados sectores, con una "franja horaria exclusiva para pasear". El tercer paso supondría la apertura de tiendas (con limitaciones) y actos de menos de 30 personas. El cuarto, la apertura de escuelas y equipamientos culturales y deportivos de uso individual. Y el quinto, los actos con más de 30 personas, "una vez el riesgo sea muy bajo". En paralelo, el Govern ha planteado este mismo martes una ordenación de horarios para la salida al espacio público durante el confinamiento para combatir el coronavirus. Las franjas, en intervalos de dos horas, se desplegaban entre las 6 de la mañana y las 9 de la noche.
País Vasco: comercios a partir del 15 de mayo
Como el president Torra, el lehendakari Íñigo Urkullu también trabajaba en su propio plan de desconfinamiento, del cual ya avanzó algunos detalles la semana pasada. El documento vasco planteaba, a partir del 15 de mayo, la apertura "gradual y limitada" de pequeños comercios, incluyendo las peluquerías, pero no los bares y restaurantes. Siempre con las medidas de distanciamiento social. A partir de aquella fecha, el gobierno también contemplaba la vuelta escalonada a las aulas de los alumnos de ESO, Bachillerato y formación profesional. El ejecutivo del País Vasco también planeaba para la segunda quincena de mayo la apertura de centros culturales, museos y teatros. Se haría "con limitaciones de distanciamiento físico y aforo".
País Valencià y Balears rechazan las provincias
Domingo pasado, el presidente Ximo Puig aseguró que el País Valencià estaba preparado para iniciar la desescalada "en los próximos días". La Generalitat Valenciana preveía un proceso asimétrico dentro de su territorio, y no en función de las tres provincias, sino de los 25 departamentos de salud. El plan de Puig contemplaba la reapertura segura de las playas este verano, teniendo en cuenta la importancia del sector turístico. El Gobierno valenciano no ha ofrecido muchos más detalles, pero defendía que las personas con segundas residencias a la costa valenciana puedan desplazarse "con todas las condiciones de seguridad". Por su parte, la presidenta balear, Francina Armengol, tampoco compraba el desconfinamiento por provincias (sólo tiene una). Su modelo pasa por desescalar isla por isla, en función del nivel de contagio de cada una y su capacidad sanitaria. Al menos ha conseguido que se haga por islas, pero no que se decida desde las Baleares.
Andalucía: bares en mayo y hoteles en junio
Pero son muchas otras las comunidades que ya habían preparado sus propios planes de desconfinamiento. Una de las propuestas más detalladas era la de la Junta de Andalucía. El presidente Juan Manuel Moreno proponía fechas concretas. La apertura de comercios, incluyendo peluquerías, para el 11 de mayo. La apertura de bares y restaurantes, con reservas por turnos y horario tasado, para el 15 de mayo. Finalmente, también contemplaba la reapertura de los hoteles para la primera quincena de junio. El turismo representa un 13% del PIB andaluz. Las playas abrirían con un aforo limitado y bajo la vigilancia de policías locales.
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