La ministra de Defensa española, María Dolores de Cospedal, viaja este domingo a Australia en una visita que se prolongará hasta el 6 de junio, con la intención de reforzar los vínculos de cooperación en materia de Defensa. Con todo, no pasa desapercibido que el viaje se anuncia justo después de que se haya tenido conocimiento de que dos buques de guerra fabricados por la empresa pública española Navantia para la Armada australiana, han tenido serios problemas, hasta el punto que uno de ellos ha tenido que ser llevado al dique seco.
Efectivamente, los barcos de guerra HMAS Adelaide y HMAS Canberra, construidos en astilleros españoles -en la imagen se puede ver el Adelaide en construcción en Ferrol, con la fragata Cristóbal Colón en primer término- y con un coste de 3.000 millones de dólares australianos -unos 2.000 millones de euros- tienen varios problemas de diseño y propulsión que los han inhabilitado para participar en maniobras conjuntas con la armada norteamericana este mismo mes de junio.
Es en este contexto que se anuncia el viaje de Cospedal por medio de una nota del Ministerio de Defensa. En ella no se hace mención de los problemas en los dos barcos, que son gemelos del buque de la armada española Juan Carlos I, pero sí se incide en que el motivo de la visita es precisamente mejorar la operabilidad entre las dos Armadas y, además, proporcionar instrucción a las dotaciones australianas que servirán a los destructores de la clase Hobart, también de fabricación española.
De hecho, Cospedal tiene previsto navegar a bordo de la fragata española Cristóbal Colón -a partir de la cual se ha desarrollado la clase Hobart-, actualmente en aguas australianas. También a bordo de este barco de guerra está previsto un encuentro con la representación de la comunidad española en Australia.
Buques defectuosos
Tal como reflejaron varios medios locales hace unos días, los defectos en los buques HMAS Adelaide y HMAS Canberra han provocado la indignación del colectivo militar australiano, hecho que ha obligado a la constructora Navantia a trabajar con la armada australiana y su Ministerio de Defensa para solucionar los problemas, con el objetivo de que los barcos vuelvan a estar operativos en octubre. Eso sí, sin poder participar en las maniobras previstas en junio.
Este tipo de barco está construido y diseñado por España, mientras que el sistema de propulsión es de la alemana Siemens y los sistemas son de la inglesa BAE System.