La exsecretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha anunciado hoy que deja su escaño en el Congreso de los Diputados para "liberar al PP de cualquier ataque, por injustificado que sea", y ha asegurado que no ha hecho nada de lo que se sienta avergonzada. Cospedal deja el partido después de las diversas publicaciones que suscitan reuniones y encargos al excomisario José Manuel Villarejo.
Cospedal ha hecho este anuncio en un comunicado que ha difundido a través de su cuenta de Twitter en el cual pide a sus compañeros del PP "que cierren filas ante las injusticias" y en el cual asegura que se equivocó al pedir a su esposo, Ignacio López del Hierro, que ayudara en una interlocución que "no era fácil" con el excomisario José Manuel Villarejo.
Según dice, desde el último Congreso Nacional del PP el julio pasado, en el que fue elegido Pablo Casado presidente del partido, tenía decidido abandonar la política, lo que hubiera hecho "dentro de unos días" al final "de una transición ordenada de sus responsabilidades". Pero reconoce que no se pensaba hacerlo "en un ambiente así".
Finalmente, María Dolores de Cospedal ha dado el paso definitivo. La exsecretaria general ya comunicaba el lunes que dejaba las responsabilidades en los órganos de dirección del partido pero no el escaño. Había ocupado el cargo de secretaria general durante 10 años, hasta la caída de Rajoy. En esa ocasión, afirmó delante de las cámaras que no pensaba dejar el escaño porque no tenía nada "que esconder" y ahora dice, sin embargo, que "lo ha reflexionado más".
"Por una vez tengo derecho a cuidar de mí misma, de los míos. Las interpretaciones que se hagan de mi salida no me afectan", escribe. Pide disculpas a los compañeros de Castilla-La Mancha (de donde ha sido presidenta) por no haberles anunciado personalmente la renuncia. "A veces las circunstancias imponen otros tiempos", afirma.
La corrupción en el PP
Sobre la corrupción, considera que "ha dañado de manera innegable" el "buen nombre del PP" y que ella lo ha combatido. Por eso, se cree "humildemente" merecedora de "la autoridad" que le ha dado el partido para defender a sus compañeros de lo que califica de situaciones "de injusticia y sospechas". Además, añade que ha habido "ensañamiento" con su partido con el tema de la corrupción.
Aprovecha también para pedir a sus compañeros del PP que "cierren filas ante las injusticias" y que paren la polémica en torno a las grabaciones. "Cuando tus adversarios políticas detectan que tu fortaleza es vulnerable, los ataques se multiplicas", reflexiona.
La relación con Villarejo
Sobre la relación con el excomisario encarcelado, dice que tiene la "conciencia tranquila" y restringe sus contactos con él a encuentros para "escuchar y pedir aclaraciones" a quien acudió a ella en condición de secretaria general del PP para ofrecerle información del partido. Una información que cree que ha sido "capital" para aclarar comportamientos dentro del partido que la justicia ha sentenciado que eran delictivos (cómo es el caso de la trama Gürtel). "Mi obligación era saber qué estaba pasando", escribe, y dice que lo hizo siempre "dentro de los límites de la ley".
Por lo tanto, niega haber espiado nunca a nadie ni ordenar hacerlo. "Sólo pedí más información para confirmar si eran ciertas algunas informaciones que me habían hecho llegar y que afectaban personas concretas", puntualiza.
Disculpas a su marido
Por lo tanto, no se arrepiente de su actuación y dice que no ha sido ningún error. "Si es pecado mortal hablar con un comisario de la policía que acababa de ser condecorado por el PSOE entonces sí me equivoqué", ironiza. Donde sí entona el mea culpa es al pedir disculpas a su marido, Ignacio López del Hierro, por haberlo involucrado en "la interlocución" con Villarejo. "Ahora él está pagando por haberme ayudado a tratar de tener una visión más clara de lo que estaba pasando", reconoce.