María Dolores de Cospedal, secretaría general del Partido Popular entre 2008 y 2018 y ministra de Defensa entre 2016 y 2018 habría tenido un "interés personal" en una maniobra turbia orquestada por la policía española con el objetivo de evitar que el extesorero del PP Luis Bárcenas diera a conocer documentación que la podría perjudicar a ella y a otros compañeros de partido, en especial el entonces presidente del gobierno español, Mariano Rajoy.
Así lo afirma la Fiscalía Anticorrupción, que da por hecha la existencia de operativos "parapoliciales" orquestados desde aparatos del Estado, como los ministerios del Interior y de Defensa, con vinculación del espionaje español, el CNI, y la policía española, el CNP.
Según el escrito de la fiscalía, citado por la agencia Efe, por el cual pide al juez que impute a Cospedal y al también exministro Jorge Fernandez Díaz por los presuntos delitos de prevaricación, revelación de secretos y malversación, la secretaría general del PP habría participado en este operativo de las cloacas del Estado para evitar que se difundiera información "supuestamente comprometedora para ella".
Los aparatos del Estado, carcomidos
Las sospechas de la Fiscalía, de ser ciertas, demostrarían como de carcomidos están los aparatos del Estado, que habrían utilizado sus recursos para delinquir a favor de un partido político, precisamente el que en aquel momento gobernaba España.
En concreto, Anticorrupción considera que Cospedal participó en el operativo con la intención de evitar que ella y otros compañeros del PP se vieran salpicados por la investigación de la supuesta caja B del PP, gracias a la cual se habrían cobrado sobresueldos, uno de los beneficiarios de los cuales sería un desconocido 'M. Rajoy'.
¿Fue la operación Kitchen?
De hecho, la misma Fiscalía considera que la operación Kitchen consistió en "la captación y manipulación" de Sergio Ríos, chófer de la mujer de Bárcenas, Rosalía Iglesias, para obtener "información concreta" sobre el lugar donde el matrimonio "ocultaría" material "comprometedor" para el PP y para "altos dirigentes" del partido a cambio de "una retribución mensual con cargo a fondos reservados y su acceso al Cuerpo Nacional de Policía". Cabe recordar que, cuando menos, Ríos consiguió acceder a una plaza en el CNP y actualmente ejerce de policía.
La intención última de todo fue "sustraer" la documentación de Bárcenas para evitar que llegara a la justicia, y en ella se vieron implicados no sólo los dos exministros, sino también el excomisario Villarejo y quien está tras las últimas revelaciones, el exsecretario de Estado de Seguridad y número dos de Jorge Fernández Díaz, Francisco Martínez, de quien ayer mismo se conoció que consideraba como un "grandísimo error" ser "leal a miserables como Jorge [Fernández Díaz], [Mariano] Rajoy o 'Cospe' [Maria Dolores de Cospedal]".