El medio digital Público revela este miércoles que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) espiaba los móviles de los terroristas de Barcelona y Cambrils y escuchaba sus conversaciones cinco días antes de los ataques. Esta nueva revelación está haciendo crecer la indignación entre los políticos y dirigentes del país.
El rotativo afirma haber tenido acceso a uno de los informes reservados que el mismo CNI facilitó a los investigadores de Policía Nacional, Guardia Civil, Mossos y Fiscalía en el marco de la investigación judicial para el esclarecimiento de los hechos. El informe relata el viaje de Omar Hichamy i Younes Abouyaaqoub a París entre el 11 y el 12 de agosto del 2017 y, siempre según el medio digital, relata no sólo el seguimiento a los dos futuros miembros de la célula yihadista de Ripoll y de las llamadas telefónicas e búsquedas en Internet que hicieron con estos terminales, sino también del contenido de las conversaciones que mantuvieron entre ellos.
El presidente del Parlament, Roger Torrent, considera que las novedades sobre la relación entre el CNI y el cerebro del 17- A son "cada día más preocupantes". De la misma manera pide que se investigue y que se exijan responsabilidades.
El conseller de Administració Pública, Jordi Puigneró, ha calificado la noticia "de escándalo mayúsculo" y ha dado dos opciones al presidente en funciones del Gobierno: "poner luz en las cloacas o seguir en la absoluta frivolidad política en que vive, siendo presidente de un Estado sin gobierno, con presos políticos, exiliados y el caso del CNI".
Por su parte, el portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, se ha indignado con la prensa española por no hablar de los atentados y ha compartido las imágenes de las portadas de varios diarios.
La consellera en el exilio Meritxell Serret ha hecho un tuit en inglés preguntando "cómo puede ser posible que la inteligencia española estuviera al corriente de tantos detalles, incluyendo las conversaciones entre los terroristas sobre sus proyectos y objetivos, pero no hiciera nada para evitar los ataques en Catalunya?".
Ernest Maragall ha sido conciso y contundente: "Los datos son explícitos y alarmantes. El Gobierno-PSOE tiene que dar explicaciones ya". Además ha asegurado que este escándalo "no puede quedar sólo en indignación en Barcelona y silencio en Madrid".
Pablo Iglesias se ha sumado a la queja de Rufián y had estacado que "el silencio de los grandes medios sobre lo que el CNI sabía de los terroristas de la Rambla revela cómo funciona el poder en España".