Este domingo, 20 de noviembre, se cumplen 47 años que el dictador Franco murió en la cama y las entidades catalanas que reclaman una reparación a las víctimas del franquismo han vuelto nuevamente delante del edificio de la Jefatura de la policía española de la Via Laietana de Barcelona para reclamar su cierre y que el edificio, "símbolo de torturas y vejaciones" a opositores políticos, pero también a colectivos, como el LGTBI, se entregue a las instituciones catalanas y se convierta en un centro de memoria y reparación. La novedad de este año es que se ha convertido en un llamamiento mundial: un total de 176 entidades de una veintena de países se han sumado al reclamo para reconvertir la comisaría. Esta acción es impulsada por una decena de entidades, como Irídia, la Comisión de la Dignidad y Òmnium Cultural, que han lanzado la campaña: Via Laietana 43. Fem Justícia, fem memòria.
Los responsables de las obras de la Via Laietana, cortada al tráfico, no han permitido un espacio digno para las decenas de personas que se han reunido este domingo al acto, y la seguridad de la Jefatura, a cargos de los Mossos de Esquadra, también ha hecho avanzar las vallas que protegen el edificio, hecho que ha obligado a los asistentes ponerse apretados en dos hileras. Una dificultad superable. "Que el Estado español lo tenga claro, esta batalla la ganaremos. Via Laietana es símbolo de impunidad, un vestigio del terror y se cerrará; moralmente la lucha viene de muy lejos", ha asegurado el presidente de Òmnium, Xavier Antich. Antich ha felicitado a todos los participantes y al acabar el acto se ha acercado a la exdiputada de la CUP, Anna Gabriel, un poco apartada, y que todavía espera que el Tribunal Supremo decida a qué juzgado envía su causa por desobediencia por el 1-O, o archiva su caso, después de volver del exilio.
Un reclamo compartido en Catalunya
Angelina Puig, del Ateneo de Memoria Popular, ha abierto el acto recordando el lema de la campaña: "Hacemos Justicia y hacemos Memoria", así como la vandalización constante del atril que recuerda esta casa de los horrores. Carles Vallejo, de la Asociación Catalana de Expressos Polítics del Franquismo; Rosa Toran, de Amical Mauthausen; Marc Andreu, de la Fundación Cipriano Garcia de CCOO, y Pilar Rebaque, de la Comisión de la Dignidad y de la comisión de Memoria Histórica del ICAB han leído el manifiesto. En él se reclama que Via Laietana 43 deje de ser un centro policial, y que el edificio se transforme en un espacio de memoria, de archivos documentales y centro de interpretación de la impunidad y la tortura. "Via Laietana 43 es una anomalía democrática", ha insistido Cèlia Carbonell d'Irídia.
Chile da la voz al apoyo internacional
Àlvaro Ahumada, director de la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi de Chile, ha representado el apoyo internacional, al acto. "No se puede mirar al futuro sin resolver los problemas del pasado y no hacer justicia; las luchas son permanentes", ha manifestado Ahumada, además de destacar la importancia y el valor de "la capacidad de unidad" para exigir justicia y reparación a las víctimas.
La primera querella de torturas con la nueva ley
Precisamente, las diez entidades impulsoras presentaron el miércoles la primera querella contra seis torturadores de Via Laietana a Carles Vallejo, sindicalista de la SEAT. Es la primera querella que se presenta a los juzgados catalanes y españoles con la nueva Ley de Memoria española, de la cual Xavier Antich ha afirmado este domingo que las entidades la consideran ambigua e insuficiente. Ha recordado que algunas de la víctima del franquismo tuvieron que ir a 10.000 kilómetros, refiriéndose a la querella Argentina, para pedir justicia.
Gritos de "fuera las fuerzas de ocupación" y el Cant dels Segadors han cerrado el acto reivindicativo delante de la Prefactura Superior de la Policía. Al acabar el acto, algunas de las vallas que protegían el edificio se han puesto en la acera y otros se han recogido por parte de la policía. La ciudadanía, en manifestación y concentración, da miedo. Sin embargo, las concentraciones ciudadanas de cada primer y tercer martes delante de la comisaría para que esta sea cerrada han vuelto a tomar vuelo.