La crisis de Vox no se detiene y ahora llega a Catalunya. El diputado de extrema derecha Antonio Gallego ha decidido abandonar el grupo parlamentario de Vox al Parlamento de Catalunya alegando "desavenencias acumuladas" con el partido, según ha informado Efe. Pasará a ser diputado no adscrito, y, de esta manera, la formación de Santiago Abascal se queda con 10 diputados en la cámara catalana.
Alonso Gallego critica el funcionamiento interno de Vox
Gallego ha enviado una carta al resto de diputados del partido en la cual explica los motivos de su decisión y carga contra Vox. "Me siento fuera de lugar, apartado, señalado, decepcionado, frustrado, infrautilizado y nada integrado", ha asegurado el político de extrema derecha, que ha acusado al partido de relegarlo a "un rol de diputado de usar y tirar". El hasta ahora diputado de Vox, ha ido un paso más allá y ha criticado las formas de hacer del partido. En este sentido, ha afirmado que tiene dificultades para "adoptar la obediencia ciega" y que rechaza "la humillación como método de corrección".
"Lamento de todo corazón no haber podido encarar mejor las desavenencias acumuladas, que yo no airearé en público por respeto a vuestro trabajo y a los votantes de Vox", ha afirmado Gallego en el comunicado, que ha añadido que a partir de ahora, buscará "nuevos retos profesionales" que no pongan en juego su salud mental y el respeto hacia sí mismo.
Vox pide a Gallego que devuelva el escaño al partido
Desde el partido, aseguran que se trata de una "decisión personal" de Gallego que Vox "respeta", pero consideran que tendría que devolver el acta de diputado. "El escaño pertenece a todos los votantes que lo votaron para representar y defender las ideas de Vox", han señalado fuentes próximas al partido, que también han querido recordar que Gallego ya abandonó el Partido Popular en el 2015, un mes después de ser elegido diputado en las elecciones al Parlamento.
Gallego era portavoz de la comisión de economía y hacienda, y era miembro de la comisión de estudio sobre la deuda histórica del Estado con Catalunya. Hasta septiembre, también era portavoz adjunto del grupo parlamentario, pero desde el partido decidieron sustituirlo por el diputado Sergio Macián. Según informa el diario Ara, el motivo de este cambio se debía a "la voluntad de reforzar el discurso sobre seguridad que lidera Macián en el Parlamento" y también para que Gallego se pudiera centrar en más cuestiones de carácter económico. Sin embargo, el mismo diario informa de que, según otras voces dentro del partido, Gallego tenía discrepancias en relación con cuestiones estratégicas con el líder de Vox en Catalunya, Ignacio Garriga, y también con el diputado Joan Garriga.
La crisis de Vox, sin traba
Esta ha sido la primera señal de una posible crisis de Vox en Catalunya, que ya se ha hecho evidente en Galicia o a Andalucía. Hace tan sólo diez días, Ricardo Morado, el líder regional de Vox en Galicia, abandonó el partido después de considerar que la ejecutiva central desprecia algunos territorios. Moreno acusó a Vox de tildar de "traidores" a todos aquellos que hacen una crítica constructiva contra el partido y defendió que la lealtad no puede ser igual a la sumisión.
Pero la crisis más profunda, que afecta al núcleo central del partido de ultraderecha, se originó en junio, después de la derrota enfrente del PP a las elecciones andaluzas y la pelea interna con Macarena Olona, que finalmente también abandonó el partido.