La cuenta de Instagram de la periodista y activista de las causas feministas Cristina Fallarás ha sido suspendida este sábado durante algunas horas, cinco días después de que publicara la denuncia anónima que precipitó la caída del portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón, y después de la publicación de nuevos testimonios de mujeres que han explicado experiencias similares a la denuncia inicial o a la que hizo pública la actriz y presentadora Elisa Mouliaá, la primera en presentar una denuncia formal ante la justicia. Meta, empresa propietaria de Instagram, ha restaurado la cuenta a primera hora de la tarde. Según ha explicado Fallarás en las redes, la directora de la empresa tecnológica le ha informado de que el cierre se había producido a raíz de una "avalancha de denuncias" contra sus publicaciones, y le ha pedido disculpas.
Al producirse el cierre, la escritora se ha mostrado convencida que "no es casual, de ninguna manera", que haya sucedido "justo cuando estos relatos han puesto en marcha el señalamiento de la violencia sexual en los partidos políticos, señalamiento que ha concluido, para empezar, con la dimisión de Íñigo Errejón". La periodista ha asegurado haber recibido centenares de mensajes de mujeres en los que se señala a políticos y militantes de diferentes organizaciones.
Dos nuevos testimonios
La cara de niño de Íñigo Errejón contrasta con el lenguaje de sexo para adultos que transmiten los nuevos testimonios que había hecho públicos Fallarás, que abrió la caja de Pandora de las denuncias por maltrato psicológico y abusos sexuales que implican al ex portavoz de Sumar. En la mañana de este sábado, la periodista publicó el testimonio de una mujer que aseguraba haber tenido un episodio sexual con Errejón "hace diez años", durante la etapa del "boom de Podemos". La mujer afirma que "me atrajo su discurso de transformación, pero lo que pensé que sería una noche de conversación (...) larga y reflexiva, compartiendo puntos de interés, se convirtió en una charla breve y directa al acto", recuerda.
"Fue un sexo duro"
La mujer relata detalles del encuentro sexual con el exdiputado, una experiencia que no fue nada satisfactoria, todo el contrario. "Fue un sexo duro donde yo no disfruté, me puso contra la pared y de espaldas", explica la testimonio que ha hecho público a Fallarás. El relato sigue explicando que Errejón "le cogió el pelo", mientras le decía frases lascivas e incómodas, un aspecto que también han destacado otras víctimas. Después de eso, buscó una "excusa" para que abandonara la habitación de hotel donde estaban y le pidió que se descargara Telegram porque "tenía un sistema de privacidad que borraba los mensajes automáticamente al cabo de pocos según". La mujer asegura que no tuvo más contacto con Errejón porque no le gustó "ni el sexo", que "era duro y sin pensar en el disfrute de la mujer" ni lo que le transmitió como persona.
Prácticas humillantes
Según recoge Público, Fallarás también ha compartido la experiencia de otra mujer, que asegura haber compartido militancia con Errejón y con lo que estuvo un año viéndose de manera intermitente. "De un día para el otro pasó de no saber mi nombre a mostrar mucho de interés en mí", explica este testimonio. Entre otras exigencias del exdiputado, había la de enviarle "fotos sexuales cuando él quería" y "era muy insistente al tener sexo sin condón y realizar prácticas sexuales humillantes", relata esta mujer que, además, resalta los protocolos estrictos que tenía que seguir "para que nadie se enterara" y que "me echaba" de su casa, donde se producían los encuentros, "justo después de tener relaciones sexuales". Para esta mujer, el político "no mostró nunca ni un poco de empatía ni de humanidad".
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