Críticas al Gobierno por ofrecer el puerto de Maó como base de la OTAN. La cosa es que el Ministerio de Defensa ha confirmado este viernes que la estación naval de la capital menorquina es una de las bases españolas que participan en la operación Sea Guardian de la Alianza Atlántica, enfocada al conocimiento del entorno marítimo para disuadir y luchar contra el terrorismo —así como mitigar el resto de amenazas—. Pero el anuncio no ha gustado gente a algunas fuerzas de izquierdas.

Por una parte, los ecosoberanistas de Més per Menorca han considerado "una imposición" la decisión de Defensa. El coordinador general del partido, Josep Juaneda, ha censurado que "esta decisión se ha tomado de forma unilateral desde Madrid conjuntamente con los dirigentes de la OTAN y en ningún caso se ha tenido en cuenta la opinión de la población menorquina". Así pues, la formación preguntará tanto al Consell Insular de Menorca como al Govern balear si tenían algún tipo de conocimiento al respecto. Juaneda también ha reivindicado que "la sociedad menorquina tiene derecho a saber qué uso se está dando en estas instalaciones en nuestro territorio", a la vez que ha asegurado que las políticas alrededor los conflictos bélicos tendrían que dirigirse hacia "disminuir estas estructuras militares". Es por esto que ha manifestado que "las amenazas geopolíticas actuales no se solucionarán con la promoción de políticas de rearme ni favoreciendo la violencia, sino apostando por el diálogo y la concordia internacional".

Cesión de soberanía

Por otra, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha expresado su rechazo hacia las bases militares de la Alianza Atlántica como la de Maó porque "suponen una inadmisible cesión de soberanía". En un tuit, la exministra ha advertido que este tipo de bases "están jugando un papel clave en el apoyo de EE.UU. al genocidio que Israel está cometiendo contra el pueblo palestino". "El parlamento votó a un presidente para España, no un secretario general de la OTAN. No a la guerra. No en nuestro nombre", ha añadido la también exministra de Podemos Irene Montero.

Fuentes de Defensa han confirmado que la de Mahón es una de las múltiples capacidades que el estado español ofrece a la OTAN, ya que es habitual que en su puerto recalen barcos de la Alianza Atlántica. El ministerio ha añadido que la operación Sea Guardian, activa desde 2016, "pretende desarrollar un robusto conocimiento del entorno marítimo, combinado con redes, basadas en sensores y no sensores, con un fiable intercambio de información y conectividad entre los aliados y todos los organismos relacionados con el entorno marítimo".

Visitas "recurrentes" a Maó

Desde el Estado Mayor de la Defensa se ha informado de que la misión española dentro de la operación incluye hasta cuatro salidas mensuales de un avión de patrulla marítima, un submarino en un periodo de 35 días, un patrullero de altura preparado para salir al mar en 48 horas a petición y un barco de mando con un Estado Mayor embarcado disponible para liderar puntualmente. La operación está bajo el mando operacional del Mando Marítimo Aliado (MARCOM), Nortwood (Reino Unido). El MARCOM sirve de centro de intercambio de información sobre seguridad marítima para la Alianza Atlántica.

En declaraciones en IB3 Ràdio, el alcalde de Maó, Héctor Pons, ha indicado que las visitas de barcos en maniobras de la OTAN son "recurrentes" y que constituyen un "lugar estratégico". "En ningún caso, lo quiero remarcar, no se está hablando de que entramos en ningún tipo de conflicto, sino que se utilizan las instalaciones del puerto de Maó para atender estos barcos, si tienen una avería, hacer provisión de combustible o cualquier cuestión", ha precisado. Finalmente, ha añadido que espera que las acciones que se llevan a cabo en la capital menorquina "sean misiones de paz y para resolver los conflictos que haya en el Mediterráneo".

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