Ciutadans está revolucionado. Si ayer la presidenta del Parlament, Laura Borràs, se vio obligada a expulsar al diputado Nacho Martín Blanco del hemiciclo por hacer uso reiterado de su palabra cuándo no era su turno, hoy el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, se ha indignado contra el grupo naranja, después de que en la sesión de control al presidente el diputado Carlos Carrizosa haya comparado el caso de la escuela de Canet de Mar con el municipio de Ermua, donde fue asesinado Miguel Ángel Blanco en manos de ETA.

"Canet es una especie de Ermua, salvando las distancias," ha dicho Carrizosa después de insistir en que en Canet de Mar hay un niño que esta sufriendo acoso, en relación a la familia de este municipio que llevó a los tribunales la inmersión lingüística y consiguió que el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya decretara que la clase de su hijo tiene que hacer un 25% de las horas lectivas en castellano.

 

Ha sido una comparación que también ha recibido la sorpresa del hemiciclo, y entonces Aragonès, indignado, lo ha avisado: "Hoy se ha equivocado. Lo conozco y estoy convencido de que cuando piense se arrepentirá de lo que ha hecho". Asimismo, ha lanzado a Carrizosa que esta comparación demuestra que su partido no tiene argumentos, y lo ha avisado de que eso que ha hecho "no tendría que estar permitido" porque es un insulto a todas las víctimas de violencia y terrorismo.

No ha sido el único momento en que se ha abordado el catalán durante la sesión de control, y es que la mayoría de los grupos han dedicado parte de sus intervenciones. Desde Vox, Ignacio Garriga ha acusado al Ejecutivo de ser "la peor condena por Catalunya" y lo ha amenazado de que pronto miles de familias saldrán a las calles a reclamar sus derechos en materia de educación. A esta cuestión Aragonès ha cargado contra los que quieren romper la convivencia y ha afirmado que estarán al lado de las soluciones y consensos sociales.

Y también el líder del PP, Alejandro Fernández, ha reprochado a Aragonès su gestión y lo ha acusado de aplicar un cordón sanitario a la familia de Canet. El presidente ha estallado y ha reclamado que dejen en paz a la escuela catalana: "Ya es suficiente de intentar conseguir votos en España rompiendo la cohesión a Catalunya. Ya es suficiente", ha reiterado.

Sea como sea, Aragonès ha pedido unidad a las fuerzas que defienden la escuela catalana, una cuestión a la cual también ha apelado el presidente de Junts, Albert Batet, que ha pedido no hacer un uso partidista de la lengua y a apostado por un "frente unitario" y garantizar al máximo los derechos lingüísticos de los catalanohablantes: "Es la hora de la acción y la responsabilidad".

También el líder socialista, Salvador Illa, ha hecho mención a la cuestión. El partido, en entredicho después de decir que no asistirán a la manifestación en defensa del catalán a las aulas convocada por Somescola, ha avisado de que su grupo no participará de la pugna partidista: "Dejen todos en paz a la escuela catalana, unos y otros," y ha pedido serenidad. A esta cuestión Aragonès ha contestado que después del debate de hoy, pueden saber con quién se puede contar y con quien no para defender la escuela.

Mociones por el catalán

No será el único momento del día en que se abordará el catalán hoy a la Cámara Catalana y está que a lo largo de la mañana hay varias interpelaciones y mociones sobre la sentencia del Tribunal Supremo en que impone el 25% del castellano en las aulas. La CUP presenta una para pedir que se garantice que la lengua catalana sea la lengua vehicular de la enseñanza y que la Conselleria de Educación asuma la plena responsabilidad de la garantía de que la inmersión lingüística se cumple. Por otra parte, PP y Cs llevan mociones exigiendo que el Govern aplique la sentencia del Supremo.

En la imagen destacada, el presidente del Parlamento, Pere Aragonès / Sergi Alcàzar