Ciudadanos ha firmado este domingo su sentencia de muerte en Barcelona, con un resultado ridículo, solo un manojo de votos por delante del partido animalista PACMA. La candidatura de la candidata de Cs, Anna Grau, ha obtenido solo 7.300 votos, mientras que el PACMA ha conseguido 7.187, con el 99,37% escrutado. Incluso el pequeño partido Valents, heredero de las peripecias conspirativas de Manuel Valls en el Ayuntamiento barcelonés, ha superado a Ciudadanos. Es imposible recuperarse políticamente de una derrota de este nivel, según los cánones europeos.

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Anna Grau ha llegado a la sede del partido para seguir el escrutinio acompañada del diputado Carlos Carrizosa, consciente de que hoy pondría la piedra para el final del partido en Catalunya, donde nació el 2006 durante el tripartito de Pasqual Maragall y la reforma del Estatut. En la comparecencia ante la prensa, Grau ha admitido la derrota de Cs en la capital catalana. "El resultado no se acerca ni remotamente al esperado. Pedí un voto de confianza y, obviamente, no lo he sabido movilizar", ha afirmado acompañada de la dirección del partido españolista en Catalunya, que le ha apoyado en el seguimiento de la noche electoral. Ciudadanos, que ha recibido poco más del 1,1% de los sufragios, ha perdido toda su representación en la capital, porque no ha superado el mínimo del 5% de los votos. En el 2019 obtuvo seis representantes de la mano de Manuel Valls, que fue el cabeza de lista. A raíz de la decisión de Valls de dar la alcaldía a Ada Colau, el grupo se rompió entre Cs (3), Valents (2) y una no-adscrita.

 

Anna Grau ha asumido "personalmente" el resultado de la formación, aunque eso no sea creíble. Pero el jefe del partido en el Parlament lo ha aprovechado para intentar seguir mientras eso dure. "Que nadie nos dé por muertos, porque no lo estamos", ha asegurado con voluntarismo Carrizosa, con más moral que el Alcoyano.

Desastre de Cs en toda Catalunya

Ciudadanos se ha hundido en todo Catalunya: la formación españolista ha pasado de los 245 concejales del 2019 a solo 10, aparte de que se ha quedado sin representación al Ayuntamiento de Barcelona. El escenario general es muy diferente del de las elecciones municipales de mayo del 2019. Entonces, CS consiguió 192.518 votos en territorio catalán –el 5,57% del total– que le sirvieron para obtener 239 concejales en Catalunya, a los que se sumaron los seis conseguidos con Barcelona pel Canvi-Ciutadans.

Este 28-M, Ciudadanos ha sufrido un desastre en Catalunya y, según datos del Ministerio del Interior, con el 99,69% del voto escrutado, solo ha obtenido 36.633 votos –el 1,22% del total–, con los que ha conseguido un total de 10 concejales. La formación ha perdido de esta manera a 229 concejales en Catalunya, aunque conserva presencia en municipios como Premià de Dalt, Capellades, Lliçà de Vall o Santa Coloma de Gramenet, pero no tiene en ninguna de las cuatro capitales de demarcación.

Ni Albert Rivera ni Inés Arrimadas

Los dos primeros líderes de Ciudadanos, Albert Rivera y Inés Arrimadas, ya hace tiempo que no tienen protagonismo en el partido. Rivera abandonó la política activa hace años, y Arrimadas ha sido fuertemente cuestionada en Madrid, hasta el punto de que tenía que abrir la campaña de las elecciones andaluzas en junio del 2022 en su pueblo de Jerez de la Frontera, pero no la quisieron. La ausencia llegó después de pinchar en un acto en Mijas la semana anterior a la precampaña. Allí pronunció un discurso similar al de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, para tratar de sacar cabeza. "Nos comprometemos a que en los primeros cien días de la próxima legislatura, Ciudadanos presentará en Andalucía una ley antifloreros, una ley ante cargos que estamos viendo en otras comunidades autónomas que cobran un sueldo y tienen un séquito de asesores y encima no hacen nada", declaró.