Igual que un coche solo en contradirección por la autopista. La ultraderecha españolista, liderada por Democracia Nacional, ha repetido la tradicional y folclórica marcha desde la plaza de España hasta la plaza de Sant Jordi, en Montjuïc, para celebrar el día de la Hispanidad con banderas preconstitucionales, gritos al límite de la ley y rompiendo una bandera estelada. Cada vez son menos y sus proclamas son contra todo el mundo, desde Puigdemont hasta los "globalistas progresistas de la derecha verde". En medio, en los cánticos y en los encendidos discursos, ha recibido todo el mundo, también el rey Felipe VI, al que han bautizado como Felpudo, y la Constitución y el Régimen del 78 que, aseguran, fue redactada por "masones para destruir España".
Ninguna proclama nueva, más allá de poner el foco en la "traición" de Pedro Sánchez y el Rey con la Amnistía que el primero está negociando con los partidos independentistas para conseguir ser elegido, de nuevo, presidente del Gobierno. Los miembros de Democracia Nacional, escoltados por un fuerte dispositivo policial de la Brimo de los Mossos d'Esquadra, han andado desde la plaza de España hasta la plaza de Sant Jordi, donde se han hecho los habituales parlamentos, se han encendido bengalas y se ha roto una bandera estelada. El acto, que ha acabado con el himno español por los altavoces y el Cara al sol a cappella, no ha congregado a más de 100 personas.
Pedro Chaparro vuelve a Catalunya
La estrella del acto ha sido el jefe de Democracia Nacional, Pedro Chaparro, que ha vuelto a Catalunya después de años sin asistir al acto por las prohibiciones judiciales. Fue condenado por el ataque contra Blanquerna, la sede de la Generalitat de Madrid, el año 2013, y también por haber señalado a un fotoperiodista en un acto, también el 12 de octubre, en Barcelona. Aunque ha asegurado que no tenía permiso para asistir al acto, no es verdad, y desde 2020 ya puede participar en manifestaciones a pesar de estar en tercer grado. Lo que no puede hacer, sin embargo, es salir de España.
El discurso de Chaparro no ha ofrecido ninguna novedad relevante más allá de cargar contra el gobierno del PSOE y también contra la derecha que también avala la Constitución del 78. Las palabras del líder de Democracia Nacional también han servido para cargar contra la llegada de inmigrantes y también la negociación de la amnistía para los condenados o encausados por el Procés independentista.
Chaparro se ha conjurado para "recibir" a Puigdemont cuando vuelva de Bruselas en "avión oficial" y ha pedido acción para combatir esta "nueva traición a España", que ya dan por hecha. "No es un acto de celebración, es un acto de reafirmación", ha asegurado al menos del centenar de personas que lo escuchaban, debajo, y casi cara, al sol. Antes de su discurso, el más esperado por la parroquia de ultraderecha, ha roto una bandera estelada y después ha acabado haciendo una jura simbólica de la bandera española.
Los Mossos hacen retirar propaganda ultra
El acto se ha celebrado, como es tradicional, en la plaza de Sant Jordi, el punto que la ultraderecha escoge para celebrar a su particular festividad del 12 de octubre, el día de la Hispanidad o el día de la Raza, como lo llaman en su relato. Además de los tradicionales discursos, que han sido seguidos por agentes de Información de los Mossos por si atravesaban alguna línea roja, también se ha instalado un bar y dos mesas con material militar y propagandístico. Antes del inicio del acto, agentes de paisano de los Mossos han hecho retirar de la venta algunos productos que llevaban inscripciones prohibidas, como esvásticas nazis.
El dispositivo de seguridad de la manifestación y acto de la ultraderecha se ha desarrollado sin incidentes. Había un gran despliegue de equipos de orden público, con equipos de la Brimo, y también agentes de seguridad ciudadana, de Información y de Mediación. No había prevista ni se ha celebrado ninguna contramanifestación o acto de grupos antagónicos y de izquierda en contra la concentración de Democracia Nacional.