La Audiencia de Barcelona ha empezado a juzgar a cuatro jóvenes independentistas acusados de desórdenes públicos en la protesta del 16 de octubre de 2019 contra la sentencia del Tribunal Supremo a los líderes catalanes, este lunes. Agentes de los Mossos los han identificado y han asegurado que tiraban piedras, y que uno de ellos, Mario, fue grabado en el momento que supuestamente encendió un contenedor. Inicialmente, la fiscal les pide un castigo elevado: cuatro años de prisión por desórdenes públicos para Roger, Manel y Carla, y 7 años y medio de prisión para Mario, al añadir al delito de desórdenes el de daños con incendio. El Ayuntamiento de Barcelona reclama 7.900 euros por seis contenedores de basura quemados en aquella protesta. Los encausados declararán el martes, que continúa el juicio.
Los disturbios se iniciaron con una protesta delante del Departament d'Interior, convocada por las redes sociales, hacia las ocho de la noche, donde se reunieron unas 10.000 personas, en el tercer día de las protestas contra la condena a los líderes catalanes por parte del Tribunal Supremo. En el juicio, cuatro agentes de los Mossos, que iban de paisano en la protesta, han identificado a los acusados como autores de tirar piedras delante del cordón policial y delante del edificio del TSJC, en el paseo Lluís Companys.
La ropa y los objetos
Uno de los agentes de paisano ha explicado que identificó a Mario porque iba vestido con un casco, chaleco antitrauma, un escudo con una estelada y un palo. Lo seguía y lo grabó con su móvil, cuando se acercó a un contenedor volcado en el paseo de Sant Joan hacia Arc de Triomf. "Se acerca con un espray y enciende el contenedor", ha afirmado el agente sobre Mario, y ha asegurado que estaba entre unos 3 a 10 metros de la acción de los manifestantes. También ha asegurado que Mario hizo destrozos a un cajero con un palo de hierro. Una segunda agente de los Mossos ha ratificado esta acción. Una responsable del cajero ha reclamado por los daños, pero no ha aportado en el juicio ningún peritaje de su reparación, y, por lo tanto, parece difícil que se le abone nada.
El vídeo polémico
El vídeo grabado por el mosso —de 9 segundos de duración y que se ha visualizado en la vista, donde se ve de noche a una persona que se acerca a un contenedor— ha sido impugnado por las defensas. El presidente del tribunal de la sección 3.ª de la Audiencia de Barcelona, José Antonio Rodríguez, ha preguntado sobre la custodia del vídeo, que se volcó en un CD, y ha indicado, después de una deliberación, que se admite como prueba, aunque ya se verá su valor o no en la sentencia, ya que la declaración del agente ha sido muy detallada. Josep Rosell, abogado de Mario, y Eduardo Cáliz, defensor de Roger, han expresado su protesta porque la incorporación del vídeo vulnera su derecho de defensa.
Un segundo agente ha asegurado que seguía de cerca a los manifestantes y también ha identificado a Mario por su "vestimenta" y "por liderar el grupo y encender un contenedor", aunque ha añadido que "se encendían contenedores en cada esquina", en la Gran Via.
El primer agente de la policía catalana que ha declarado también ha identificado a Roger —por un tatuaje en una pierna— y ha asegurado que "tiraba piedras que impactaron en escudos de la policía y en vehículos", en la ronda Sant Pere. También ha indicado que Carla y Manel tiraban objetos, pero que no sabe dónde impactaron. El agente, que iba con otro compañero, que también ha identificado a los cuatro acusados; mientras otros dos agentes a Mario, y solo participaron en su detención.
Los agentes han explicado que de madrugada, cuando iban por plaza Urquinaona un grupo de 8 personas, detuvieron a Carla (con el escudo y el palo de Mario, según los agentes), a Manel y a Roger, y este último se resistió a la detención, según los dos agentes. Mario fue detenido, después, al subir a un vehículo.
Un amigo de Roger lo exculpa
Un amigo de Roger ha explicado que fueron a la protesta, en Gran Via con Marina, y cuando vieron una carga policial, sostiene que fueron a un bar. Horas después se marcharon hacia casa, y en la plaza Urquinaona los detuvieron. A él lo identificaron.
En el juicio, un perito de los Mossos ha detallado que Mario expresó su voluntad de ir a la protesta, después de registrar el contenido de su móvil, con permiso judicial. Ninguna acción delictiva se ha recogido en el examen de sus móviles.
Este martes continúa el juicio con las declaraciones de los encausados y los informes finales, donde se verá si la fiscal rebaja la petición de penas o les mantiene la petición de castigo, que podría implicar su entrada en prisión.