Si en la última reunión en Bruselas fue el ministro finlandés de Asuntos Europeos, Anders Adlercreutz, quien —incluso en catalán— cuestionó la propuesta de España sobre la oficialidad del catalán, este martes ha sido el ministro de Letonia, Krisjanis Karins, quien ha cargado sin ambages contra los argumentos del responsable de Exteriores español José Manuel Albares de incluir el catalán, el gallego y el euskera entre las lenguas oficiales de la UE. El político letón ha negado a las puertas del Consejo de Asuntos Generales que ha abordado la cuestión, que haya ninguna intención de ampliar el número de lenguas oficiales de la UE. No solo eso, ha reprochado que en un momento en que Europa se está jugando su posición estratégica, los responsables de exteriores de la Unión tienen que dedicar su tiempo a este tema. Dentro de la reunión, también el representante de Lituania se ha sumado a las reticencias, según Europa Press.
Al ser preguntado sobre esta cuestión antes de entrar a la reunión, el titular de Exteriores letón ha dejado claro su convencimiento de que no se ampliará "en este momento" el número de lenguas oficiales de la UE. "No creo que en este momento este sea el tema número uno que tengamos que discutir. Tenemos muchos temas sobre la mesa. Tenemos la geopolítica y la posición estratégica de Europa en el futuro. Esto es a lo que creo que tenemos que dedicar nuestro tiempo ahora mismo", ha reprochado.
Puertas adentro, a las reticencias de Letonia se ha añadido el lituano Gabrielius Landsbergis, según informa Europa Press, quien habría señalado "el impacto político" que esta medida puede tener para otros estados miembros como los bálticos, donde existe una minoría de habla rusa.
Ningún veto
Precisamente, el ministro español, José Manuel Albares, ha centrado su argumentación en subrayar que el caso español es único y que una medida como la que proponen no podrá aplicarse a otros estados, si estos no quieren. Albares ha insistido en que el catalán, el gallego y el euskera están reconocidos como cooficiales en la Constitución, que se pueden utilizar en el Congreso y en el Senado y que ya tienen un estatus de uso como lenguas administrativas en la UE. Todo ello permite, según el ministro, circunscribir la ampliación a estas tres lenguas.
Al finalizar la reunión, el titular de Exteriores ha celebrado que no ha habido ningún veto de ningún estado a seguir avanzando en este tema y que, al contrario, ha habido intervenciones de apoyo a la propuesta española.
De hecho, incluso el titular de Asuntos Europeos de Finlandia, hoy ha rebajado públicamente sus reticencias antes de comenzar la reunión. A pesar de que ha asegurado que la mayoría de los países mostraron las mismas cautelas que él durante la reunión del 19 de septiembre en Bruselas, ha mostrado la confianza en que se aporten los informes legales y económicos para la medida, dado que en aquella reunión el tema se abordó rápidamente y sin preparación ni explicaciones sobre las implicaciones económicas y legales. En cualquier caso, ha explicado que en la reunión preparatoria que se hizo en Murcia hace unas semanas abordó el tema con Albares, y ha asegurado entender la importancia del tema, además de expresar la confianza en que se llegue a una solución.