Como si fuera un juego de realidad virtual, Esquerra y Junts han permitido este viernes visualizar por unos momentos el abismo que les separa. Construido sobre un cúmulo de reproches y desconfianzas se ha levantado justo en medio del Auditorio del Parlament donde se ha celebrado el primer debate de investidura del candidato republicano, Pere Aragonès.

A punto de dar las diez de la noche, casi doce horas después del inicio del pleno, la votación ha tumbado la candidatura de Aragonès -con 42 votos a favor, 69 en contra y 32 abstenciones- y ha activado el calendario de dos meses para conseguir una investidura antes de que el Parlament quede automáticamente disuelto y se convoquen nuevas elecciones.

Antes de que se hiciera efectiva la votación, Aragonès ha reprochado que no tendría los votos de Junts aunque cuando se ha producido la situación a la inversa Esquerra siempre ha "estado", en referencia a la investidura del 2012, 2016 y 2018. Era el mismo reproche que los diputados republicanos habían repetido a lo largo del día en los pasillos de la Cámara. Con todo, se ha mostrado optimista. "Ha quedado claro en este debate que no hay tantas cosas que nos separan", ha afirmado.

Joan Canadell, de Junts, ha sido el primer diputado a quien ha correspondido votar. Cuando ha llegado el turno de Lluís Puig se ha levantado un aplauso a las filas independentistas.

El resultado no ha sido ninguna sorpresa. Anoche, los republicanos supieron que Junts se abstendría en la primera votación de investidura después de que así lo decidió la ejecutiva del partido. Aunque los equipos negociadores de los dos formaciones no se han reunido desde el miércoles por la noche, unos y otros aseguran que las conversaciones han continuado.

Aragonès en un momento de la intervención al pleno / Efe

Fuentes de Junts afirman que ayer mismo pasaron nuevos documentos a los republicanos y ahora corresponde a ERC dar respuesta. "La pelota está en su tejado", sentenciaba un dirigente de este partido a la puerta del hemiciclo. Esquerra insiste en la disposición a hablar el día que haga falta y a cualquier hora. Y así lo ha reiterado el candidato en su última intervención.

Entre las cuestiones a debate que este viernes se señalaban, está el papel del Consell per la República, la coordinación en Madrid sobre las cuestiones que afectan al procés y el blindaje del Parlament. Pero las diferencias que republicanos y Junts hacen evidentes en los pasillos del Parlament van mucho más allá de las cuestiones prácticas y de gestión política que quedan recogidas en los documentos. 

Aragonès: Superar desconfianzas

Por la mañana el candidato había llamado a superar las desconfianzas, a salir de la zona de confort y a intentar trabajar conjuntamente. No ha ahorrado elogios a la "generosidad" de la CUP, y ha extendido la mano al resto de formaciones con quien comparte el objetivo de afrontar las urgencias sociales. Se ha referido a Junts. También a los Comuns.

Una vez ha acabado la intervención inicial del candidato, fuera del hemiciclo, el partido de Carles Puigdemont ha reprochado a Aragonès que no se habían sentido interpelados y que no había ningún interés por tejer complicidades. Por su parte, los republicanos no escondían el malestar porque los socios de Govern no habían aplaudido la intervención del todavía vicepresident.

En este contexto, el turno de réplica ha empezado con el socialista Salvador Illa, mientras que el portavoz de Junts, Albert Batet, ha quedado para después de comer. A las cuatro y cuarto, Batet se ha subido al atril para replicar a Aragonès instándolo a "hacer política" y aconsejándole que deje correr la votación del martes porque pintan bastos. Ha instado al candidato a renunciar al segundo turno de votaciones, prevista para el próximo martes. La intervención del portavoz de Junts también ha dejado entrever el rosario de reproches almacenado la última legislatura, desde la no investidura de Carles Puigdemont hasta la retirada del escaño en Quim Torra.

Aragonès tampoco ha recibido ninguna esperanza de los comunes. La responsable del grupo Jéssica Albiach ha respondido a su mano tendida advirtiéndolo que "una cosa es salir de la zona de confort y otra renunciar a los propios principios".

La cupaire Dolors Sabater sí ha garantizado el voto de sus diputados, tal como han acordado las dos formaciones. Ha recordado que se trata de un acuerdo de mínimos y que la militancia ha avalado apoyar la investidura, a pesar de considerar que se trata de un acuerdo insuficiente.

Vilalta: "Incomprensible"

La última a intervenir ante el pleno ha sido la republicana Marta Vilalta que ha asegurado que habían intentado encontrar el acuerdo con Junts pero no ha sido posible, "porque los vetos cruzados han prevalecido por encima de algunas necesidades del país". La portavoz republicana, y miembro de la comisión negociadora, ha advertido que la negativa de Junts a la investidura de Aragonès es "incomprensible". "Quien no quiere un acuerdo busca excusas y quien lo quiere, como nosotros, busca soluciones y hace propuestas", ha remachado.

Ha sido la conclusión de un pleno marcado por el determinismo aritmético que lo había sentenciado antes de empezar y por las restricciones de la pandemia que han convertido el debate de investidura de hoy en uno de los más apagados que se recuerdan. Apenas cuatro personas, entre les quals la presidenta de l'ANC, Elisenda Paluzie, ocupaban esta mañana la sala de grupos abierta para acoger a invitados.

El pleno ha empezado con casi una hora de retraso porque la Mesa ha tenido que resolver sobre la reconsideración de la delegación del voto de Lluís Puig y ha recogido la promesa del primer recurso de Cs ante el TC. También la primera intervención del responsable de Vox, Ignacio Garriga. Tan pronto como Garriga se ha subido al atril, han abandonado el hemiciclo buena parte de los diputados de ERC, Junts, CUP, comunes y parte del PSC.

El responsable de Cs, Carlos Carrizosa, ha intervenido con una mascarilla de la Brimo, mientras que la capacidad del popular, Alejandro Fernández, para encadenar ironías ha conseguido incluso el reconocimiento del candidato.

Al acabar el pleno, la president ha anunciado que la segunda votación se podrá celebrar el martes.

 

En la imagen principal, la presidenta del Parlament, Laura Borràs, conversa con el candidato, Pere Aragonès / Efe