El abogado y secretario segundo de la Mesa del Parlament, Jaume Alonso-Cuevillas (JxCat), se ha mostrado partidario de no tramitar propuestas de resolución sobre el Rey y la autodeterminación, motivos por los cuales la fiscalía ha presentado una querella contra los miembros independentistas de la anterior Mesa.
Así lo ha declarado en una entrevista publicada en Vilaweb, donde Cuevillas ha defendido que admitir a trámite propuestas de estas características "no es una confrontación inteligente". "Eso es intentar resistir de una manera testosterónica, como un legionario que ves que disparan, pero que va con el pecho descubierto," ha añadido para después concluir que "la inmolación hay que hacerla si tiene eficacia". Según Cuevillas, es más inteligente denunciar que es una "aberración jurídica" pero no insistir en el tema.
Siempre según la entrevista citada, Cuevillas ha recordado que las propuestas de resolución son meramente declarativas y no tienen "ninguna eficacia jurídica". "¿Qué es más eficaz para desgastar el estado español? ¿Denunciar eso o dejar que nos inhabiliten sin pena ni gloria por una burrada"?, ha preguntado.
Querellas a la vista
Según el miembro de la Mesa del Parlament, si en esta legislatura se admiten propuestas de resolución que tengan por objeto reprobar al Rey o reafirmar el derecho a la autodeterminación, inmediatamente la fiscalía se querellará contra los miembros de la Mesa y se les inhabilitará.
"Creo que es más inteligente poner en evidencia los tics demofóbicos del estado español. Es que no podremos mantener nada, porque duraremos una sopladura y el día siguiente el Constitucional lo anulará, y no tendrá ningún recorrido. Las propuestas de resolución son meramente declarativas, no tienen ninguna eficacia jurídica, y mi opinión es que seguro que es mucho más eficaz hacer un acto allí en el patio y denunciar la situación. O bien cambiarlo, y decir que admitiremos a trámite una resolución para debatir que el bróculi se florece y tú ya me entiendes", ha argumentado.
En este sentido, el abogado ha defendido que se haga "mucha pedagogía" para el día que llegue una propuesta de resolución de estas y se tenga que explicar que no se admite a trámite. Y es que ha dado por hecho que estarán una semana sin entrar en Twitter porque les dirán de todo. "Quizás en algún momento será más eficaz dejar que nos inhabiliten en todos, quizás sí. Pero para haber admitido a trámite una propuesta de resolución que no lleva a ningún sitio no sé si tiene mucho sentido", ha añadido.
Voto de Lluís Puig
Preguntado por el voto delegado de Lluís Puig, Cuevillas ha afirmado que si el Tribunal Constitucional (TC) lo invalida, es evidente que el voto del conseller en el exilio no valdrá aunque la Mesa diga que le da validez.
"Al final, nosotros nos enfrentamos a un Estado que tiene toda la fuerza de un estado y que ha demostrado que no tiene ningún escrúpulo a la hora de utilizarla. Intentar enfrentarnos al Estado con sus armas es una batalla perdida antes que nada. Si los tribunales dicen que el voto del conseller Puig no vale, no tendremos capacidad de hacer nada. Y a la próxima votación el voto de Lluís Puig no se podrá contar", ha afirmado.
Con respecto al Consell per la República, uno de los principales escollos del acuerdo de legislatura entre ERC y JxCat, Cuevillas ha admitido que seguramente sí que se tiene que reformular, como pide ERC, ya que ahora tiene más peso de Junts "entre otras cosas porque ERC se ha ido desmarcando". Y también ha añadido que "no es comprensible" que alguien quiera dejar fuera Carles Puigdemont del órgano.
Josep Costa responde
Este posicionamiento de Cuevillas ha comportado una respuesta por parte del exvicepresidente de la Mesa Josep Costa, también de JxCat, que ha afirmado en un tuit que "defender la soberania del Parlament de Catalunya no es ninguna burrada".
"Pienso que ser encarcelado o inhabilitado por hacerlo es una cosa dignísima", ha añadido Costa, que ha remachado: "si alguien no puede o no quiere asumir este riesgo no debería de estar en la Mesa del Parlament".
Imagen principal: Jaume Alonso-Cuevillas, secretario segundo de la Mesa del Parlament / Sergi Alcàzar