El abogado Jaume Alonso-Cuevillas, defensor de la familia de Xavi Martínez, niño muerto en la Rambla de Barcelona el 17-A, ha pedido este martes en la Audiencia Nacional que respete el "derecho a conocer la verdad" de las víctimas. Según él, este derecho de tercera generación está reconocido por la ONU, e implicaría que se abriera una segunda investigación sobre los atentados del 2017 para saber si el imán de Ripoll, Abdelbaki se Satty, está vivo o muerto, y su relación con los servicios secretos españoles.
Alonso-Cuevillas ha hecho la petición durante su informe final en el juicio por los atentados, que si todo va sobre el previsto, podría acabar esta misma semana.
"El Estado tiene que responder por|para su actuación negligente: los servicios secretos tenían monitorizado el imán y no supieron prevenir las búsquedas en internet de explosivos, y la Secretario de Estado de Seguridad no aplicó el reglamento europeo vigente desde el 2014 que regula las compras de precursores de explosivos", ha argumentado en su informe final del juicio. "Estábamos en alerta 4 antiterrorista, y es inadmisible e incomprensible que los yihadistas pudieran comprar 240 litros de peróxido de oxígeno y no saltara ninguna alarma", ha lamentado. De hecho, según él, sin estas compras masivas no hubiera habido ni la explosión de Alcanar ni el atropello de la Rambla.
Se Satty y el CNI
Por todo eso, esta acusación particular pide que la sentencia obligue a hacer una investigación exhaustiva de los detalles todavía desconocidos de la causa, como algunos teléfonos móviles usados después de los atentados, un desconocido con barba blanca que había acudido al chalet de Alcanar o la certificación 100% segura de la muerte del imán. De hecho, ha recordado que sus restos son los únicos de los cuales los familiares no han pedido la repatriación en Marruecos, al contrario que el resto de terroristas.
También se ha mostrado extrañado que el perfil genético de Se Satty no lo tuvieran los cuerpos policiales antes de los atentados, ya que ya había sido encarcelado por drogas e investigado por terrorismo. En cambio, ha puesto en duda la coincidencia de perfiles genéticos entre una oreja que se encontró en Alcanar, una lata de bebida en su furgoneta, una chilaba que no era de su talla y muestras de ADN de familiares suyos en Marruecos.
Por otra parte, la relación de Se Satty con el CNI está demostrada al menos hasta el 2016, ha dicho Cuevillas.
Por último, Cuevillas también se ha quejado del calendario del juicio, que se ha ido conociendo de forma improvisada a cada sesión, cosa que ha dificultado el trabajo y la logística de los abogados catalanes.