El abogado y diputado de JxCat en el Parlamento, Jaume Alonso-Cuevillas, ha afirmado este martes que una reforma del delito de sedición no evitaría que el president Puigdemont acabara en la prisión si volviera al Estado español.
En declaraciones a La 2 y Radio 4, Cuevillas ha explicado que eso sería así porque seguiría pesando el delito de malversación, que también comporta penas de prisión, y ha apuntado que los que se beneficiarían de una reforma de la sedición serían Jordi Cuixart y Jordi Sànchez, ya que son los únicos presos independentistas que no están condenados también por malversación.
"La condena del Supremo es por el delito de sedición en concurso con la malversación. Le sacarían la sedición y la sala recalcularía la pena y la rebajaría uno o dos añitos", ha asegurado el abogado y diputado de JuntsxCat.
El retorno de Puigdemont
Sobre el eventual retorno del líder de Junts, Cuevillas se ha mostrado convencido de que lo hará "como presidente de la república" y ha apuntado que si volviera ahora sería detenido y sometido al escarnio público".
Y ha afirmado que Puigdemont habría estado dispuesto a volver a Catalunya en enero del 2018 si el pleno para su investidura como presidente de la Generalitat no hubiera sido desconvocado.
La estrategia independentista
Por otra parte, Cuevillas ha afirmado que una vía unilateral entendida como "confrontación violenta" es "inviable" hoy día, y ha apostado por lo que ha bautizado como la vía "trilateral", que consiste en "crear las condiciones" para que "un tercer agente internacional" fuerce el estado a negociar la independencia.
Para eso hacen falta dos condiciones, según Cuevillas: una mayoría clara independentista y tener "prestigio en Europa", cosa que ha vinculado al "desprestigio del estado español", así como un "detonante", que podría ser la crisis económica.
Al inicio de la legislatura Cuevillas ocupó el cargo de secretario segundo de la Mesa del Parlamento, del cual fue apartado por el partido después de haber expresado sus dudas sobre la estrategia de desobediencia.
Hoy, Cuevillas ha afirmado que él "no tenía nada de interés" a estar en la Mesa y que, al ser abogado del exconseller de Cultura y diputado en el Parlamento, Lluís Puig, exiliado en Bélgica, podría tener problemas a decidir sobre su voto delegado.