Sonriendo tras el cristal del locutorio de la prisión de Lledoners, el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart (Santa Perpètua de Mogoda, 1975), absorbe las palabras de sus interlocutores. Y no puede dejar de hablar. Ideas, reflexiones y proyectos brotan en cascada, casi tropiezan las unas con las otras dentro del cubículo mientras aguanta el auricular en la oreja. Ha dejado perdido en algún rincón de la memoria los episodios más duros de la prisión. En cambio, se agarra con deleite a los momentos de reencuentro con la familia; a conversaciones impensables con presos o premios Nobel de la Paz; a las lecturas de Gramsci, Cicerón o tantos otros que quizás nunca habría conocido; a las clases de cerámica; o a la construcción de una estrategia para forrar con titanio el pulso al Estado desde una celda de Lledoners.
Mientras habla se acaricia la barba cuidadosamente recortada. No lleva mascarilla. No le hace falta. Hace tres años y ocho meses que vive atrapado dentro de una burbuja inexpugnable. ElNacional.cat le ha visitado esta semana para hacerle la que podría ser la última entrevista en la prisión antes de los indultos. Cuixart, que ha insistido repetidamente en que los indultos no son la solución y se ha negado a pedirlos, recuerda que entró en la prisión como presidente de Òmnium y que como tal saldrá. Sea cuando sea. "Con el indulto no acaba nada. La lucha continúa y persistiremos", asegura.
La represión del Estado nos ha fortalecido como entidad y como sociedad
Si se cumplen las previsiones, el Gobierno puede firmar en cualquier momento su indulto. ¿Cómo valora este gesto del ejecutivo de Pedro Sánchez?
Todo el mundo lo da por hecho, pero de momento estamos en la prisión y vemos nuevas condenas de prisión por ejercer los derechos fundamentales, como es el caso de Marcel Vivet esta misma semana. De entrada, los poderes del Estado no aflojan y llevo más tiempo en la prisión con Pedro Sánchez que con Rajoy. La represión va a más, eso es una obviedad. Más de 3.400 represaliados, exiliados... Y, después de 4 años de los 1.000 ciudadanos heridos del 1-O, no hay ni un solo policía condenado. En todo caso, entré en la prisión como presidente de Òmnium y dije que saldría como presidente de Òmnium. La represión del Estado nos ha fortalecido como entidad y como sociedad.
El indulto será el preludio de la derrota que sufrirá el Estado español en Europa
¿A qué atribuye la decisión de Sánchez de hacer ahora este movimiento?
El Estado sabe que es una anomalía democrática en la Unión Europea; el único estado miembro con presos y exiliados políticos. Sus poderes no son ajenos a las demandas internacionales que le recriminan la flagrante vulneración de derechos. Ha habido más de un centenar de posicionamientos internacionales de entidades de defensa de los derechos humanos que piden mi liberación y denuncian que el Estado español vulnera derechos fundamentales. El indulto será el preludio de la derrota que sufrirá el Estado español en Europa. Eso legitimará todavía más que lo que hicimos los ciudadanos y ciudadanas de este país no es delito, al contrario: la única manera de proteger los derechos fundamentales condenados por los tribunales españoles es ejerciéndolos.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, explicará este lunes en Barcelona su propuesta en relación a los indultos en un acto con el título Reencuentro, un proyecto de futuro para toda España.
Todo eso es una operación para no reconocer que el indulto no lo hacen por iniciativa propia. El partido socialista, igual que el rey de España, todavía tiene que demostrar muchísimas cosas para que cualquier cosa que venga de ellos tenga credibilidad. Tiene que hacer muchísimo más.
Sin embargo, aunque el independentismo lo considera un gesto insuficiente, el indulto está levantando una fuerte contestación en el Estado español. ¿Cómo lo interpreta después de tres años y 8 meses en la prisión?
Una parte muy importante de la sociedad española niega la legitimidad del pueblo de Catalunya para tomar sus decisiones. Eso está alimentado por los medios de comunicación y el IBEX 35, bajo el liderazgo de los poderes del Estado, empezando por el Rey. Dicho esto, me sorprende cómo el PSOE ha sido capaz de silenciar la crítica interna de nuevos y viejos barones en un tiempo récord cuando, durante muchos años, ellos mismos han contribuido a la socialización de los valores totalitarios, a la criminalización del soberanismo como disidencia política, haciendo un seguidismo absoluto de las posiciones de la derecha y la extrema derecha.
Recordaría a los manifestantes de Colón que estoy en la prisión por ejercer el mismo derecho que ellos
No parece muy optimista sobre los objetivos.
Mucho me temo que el tactismo y las estrategias de corto vuelo todavía son las predominantes y que no hay una voluntad real de afrontar el conflicto político de manera madura, dando la voz al pueblo de Catalunya. Falta mucha cultura democrática en el Estado y sin reconocimiento del otro es imposible tratarnos entre iguales. El Estado no tiene ningún proyecto político serio para Catalunya más allá del sometimiento. Y la triple emergencia que vivimos no entiende de promesas. La muerte del vecino de Sants antes de su desahucio no es un suicidio, es una muerte con responsables políticos. Solo en las comarcas de Barcelona hay 20 desahucios cada día. Por no hablar de las nuevas tarifas de la luz o los graves maltratos sistemáticos en el CIE. La ciudadanía tiene derecho a exigir respuestas inmediatas.
El domingo pasado hubo una manifestación en la plaza Colón de Madrid en contra de los indultos, ¿qué les diría a las personas que se manifestaron?
Les recordaría que yo estoy en la prisión por ejercer el mismo derecho que ellos ejercieron el domingo, el de manifestación.
La respuesta a la brutalidad policial del 1-O y a la sentencia demuestran que a este país no se lo atemoriza así como así
En cambio, en el Tribunal Constitucional ha habido un movimiento importante, dos votos en contra del rechazo de su recurso, y describen su encarcelamiento como "una injerencia en el derecho de reunión, con un devastador efecto de desánimo sobre este derecho que amenaza con empobrecer a nuestra democracia". ¿Cree que este efecto de desánimo es sólo una amenaza o que ya ha tenido consecuencias en el movimiento independentista?
El objetivo de las amenazas es este, que renunciemos a seguir luchando, y es obvio que Catalunya se ha visto en los últimos 4 años frente a un nuevo escenario. Pero tanto la respuesta de la ciudadanía a la brutalidad policial del 1-O, como la respuesta a la sentencia, demuestran que este país todavía tiene muchas cosas que decir y no se le atemoriza así como así. Por eso reivindico el compromiso y el coraje de la sociedad catalana. Somos más valientes de lo que nos pensamos y hemos aprendido de nuestros abuelos que la mejor manera de preservar los derechos condenados es ejerciéndolos. Que toda la gente que ha perdido un ojo sienta que nada ha sido en vano.
¿Cómo valora que haya pronunciamientos como este que rompen el discurso del Estado en relación a los presos políticos?
Es una fisura más a la estrategia represiva de los poderes del Estado, pero la politización de la cúpula del poder judicial es absoluta. Lo que dicen los votos particulares del TC es lo mismo que dice la ONU, el Consejo de Europa y las grandes organizaciones pro-derechos humanos: que la unidad de España no está por encima de los derechos fundamentales.
España se creía capaz de acabar con la disidencia política y la causa por la libertad de Catalunya, y no ha podido
La semana pasada, finalmente, pudo presentar su recurso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Su caso ha llegado a Europa. ¿Qué espera conseguir en Estrasburgo?
Justicia y sobre todo legitimación de todo lo que hemos hecho como sociedad civil. Básicamente para seguir haciéndolo y, si hace falta, con más fuerza gracias al aval de Europa. Tenemos todo el derecho a presionar a los gobernantes para que nos escuchen. España se creía capaz de acabar con la disidencia política y la causa por la libertad de Catalunya, y no ha podido. También gracias al exilio que les ha puesto delante del espejo de Europa desde el primer momento. Desde el día siguiente del visto para sentencia que el equipo jurídico de Òmnium estaba trabajando para encontrar justicia en Europa. En Estrasburgo no se acaba nada. El recurso es un hito muy importante y lo tenemos que saber convertir en palanca democrática.
Tengo más conciencia que nunca de la importancia de no renunciar a los ideales que nos han traído a la prisión
Aparte del TEDH, este lunes se vota un informe del Consejo de Europa que pide la libertad de los presos independentistas. El informe advierte que las autoridades no les pueden pedir que renuncien a sus ideas para conseguir una mejora del régimen carcelario o una oportunidad de indulto. ¿Ha sentido esta presión para cambiar el discurso?
Es obvio que las presiones existen, tras cada escrito de los jueces o los fiscales. Pero a mí me fortalecen todavía más las convicciones. Modestamente, no sólo no han conseguido que cambiara mi discurso sino que han conseguido que lo fortaleciera; tengo más conciencia que nunca de la importancia de no renunciar a los ideales que nos han llevado a la prisión, es una causa global, estamos hablando del ejercicio de derechos humanos que afectan al futuro de nuestros hijos y a la humanidad entera. Eso no va de terceros grados ni de salidas personales, ni la prisión ni la represión pueden ser un límite a las aspiraciones nacionales del pueblo de Catalunya.
Volveremos a ejercer todos y cada uno de los derechos fundamentales condenados por el Estado
¿Qué quiere decir cuándo afirma lo volveremos a hacer?
Pues eso. Que volveremos a ejercer todos y cada uno de los derechos fundamentales condenados por el Estado. Los hechos probados del juicio dicen que me condenan por convocar manifestaciones que se han vuelto masivas, por protestar ante el poder judicial, por mis declaraciones como presidente de Òmnium, una entidad privada declarada de utilidad pública. ¡Por hacer tuits! Me han encerrado por defender el derecho a la protesta y el derecho a la autodeterminación. Pues que todo el mundo tenga claro que nunca renunciaremos a llenar plazas, calles, urnas o lo que haga falta. La protesta es una de las principales herramientas que tenemos como sociedad civil para luchar contra las injusticias y conseguir que las cosas cambien. Yo soy un activista y no un político, si renunciara a volver a hacerlo, si renunciara a ejercer los derechos y libertades que me han llevado a la prisión, estaría limitando estos derechos para las futuras generaciones. Estaría avalando la estrategia represiva de los poderes del Estado contra el movimiento independentista, pero también para cualquier movimiento ciudadano.
El procés lo han dado por muerto muchas veces, pero tiene una característica excepcional: capacidad de generar nuevos liderazgos
Pero aunque usted reitere este lo volveremos a hacer, la situación de reivindicación en la calle no es la misma. ¿Se ha acabado el procés como aseguran algunas voces?
Urgentemente hay que tejer una estrategia compartida en el seno del soberanismo que incluya todos los matices. Desde Òmnium y con Marcel Mauri al frente, nos estamos dejando la piel al más puro estilo que nos enseñó Muriel Casals, tan silentes como perseverantes. El procés lo han dado por muerto muchas veces, pero tiene una característica excepcional y es que tiene una capacidad de generar nuevos liderazgos que demuestra que el movimiento nace de la base y no responde a la voluntad de ningún líder supuestamente mesiánico. Es imposible hablar de dónde estamos hoy sin entender de dónde venimos y aquella voluntad permanente de ser de la que hablaba Vicens Vives, que es lo que lo injerta todo. El independentismo es hoy la principal expresión del catalanismo y bebe de todos sus valores, desde el humanismo a la voluntad de construir un solo pueblo, donde el hecho migratorio es estructural (ahora también nos toca salvar un planeta que se nos deshace entre los dedos).
Solo podemos responder de manera eficaz si el soberanismo recupera el sentido de Estado, la generosidad y empatía mutua
¿Quién es más responsable de la situación en que se encuentra ahora el procés independentista, la represión del Estado o la rivalidad entre los partidos?
El independentismo es víctima de la represión que busca dividirnos y que olvidemos los objetivos políticos. El Estado utiliza toda las herramientas a su alcance (Tribunal de Cuentas incluido) para silenciarnos. Solo podemos responder de manera eficaz si el soberanismo recupera el sentido de Estado, la generosidad y empatía mutua. Tenemos margen de mejora.
El independentismo todavía se debate sobre qué fue el 1-O. Según Jordi Sànchez el 1-O pretendía presionar al Gobierno para conseguir pactar un referéndum más que proclamar la independencia. ¿Qué opina?
No aporto nada opinando sobre declaraciones de compañeros de lucha con los que compartimos objetivo. El 1-O fue el acto de desobediencia civil más importante de Europa de los últimos años, pero sobre todo es un patrimonio colectivo incalculable que hay que preservar por encima de todo.
Abrazar al Rey? ¡No lo conozco de nada! ¿Por qué debería yo abrazar al rey de España? Claro que no
Oriol Junqueras también ha atizado la polémica asegurando que la vía para conseguir la autodeterminación es el pacto y "otras vías no son viables ni deseables".
Los conceptos "confrontación inteligente" o "embate democrático" son totalmente complementarios, dos caras de la misma moneda; hay que definir una estrategia compartida que permita avanzar hacia los grandes consensos.
¿Cómo valora que finalmente, después de tres meses, haya habido un acuerdo para poner en marcha el Govern presidido por Pere Aragonès?
Desde el día siguiente de las elecciones dijimos que no se podía malbaratar la victoria histórica del soberanismo en las urnas. Los retos que tenemos como país son mayúsculos e interpelan a todas las instituciones y al conjunto de la ciudadanía. Las desigualdades se agudizan y hay que levantar el país con autoestima y, sobre todo, mucha determinación. La consecución de la República es indiscernible de trabajar por una sociedad justa y plural, también con la lengua y cultura catalanas como uno de sus principales instrumentos de cohesión social.
¿Considera adecuado el acuerdo entre los tres partidos para sacar adelante la mesa de diálogo y condicionar otras vías al resultado que pueda dar en dos años?
El próximo 11 de julio Òmnium cumplirá 60 años; como principal entidad cívico-cultural del país no nos corresponde decir qué tienen que hacer los partidos a cada momento. Todo aquello que genere mayorías en el Parlament de Catalunya tendrá siempre el apoyo de Òmnium Cultural. Nosotros siempre estaremos. Porque, de hecho, una de nuestras razones de existir como entidad es la de facilitar y fortalecer consensos en ámbitos estratégicos para el futuro del país, desde la lucha por los derechos sociales a la emergencia lingüística del catalán hasta la centralidad de la cultura como instrumento emancipador ante el auge de la extrema derecha.
Si no fuera por el exilio España nos habría crujido con unas sentencias todavía más draconianas
¿Cree que la estrategia del exilio está siendo la adecuada? ¿Qué papel cree que tendría que tener el Consell per la República?
El president Puigdemont, Marta Rovira, Anna Gabriel, Toni Comín, Clara Ponsatí y Lluís Puig, como también el Consell per la República como instrumento, están haciendo desde hace más de tres años una tarea de internacionalización muy importante, imprescindible. Si no fuera por ellos España nos habría crujido con unas sentencias todavía más draconianas, no tengo ninguna duda. Todos los espacios son útiles y tienen que ser reconocidos y respetados por todo el mundo. Nos debilitan y pierden todo el sentido si se utilizan como arma arrojadiza.
Hubo un fuerte alboroto por su abrazo al ministro Miquel Iceta durante la toma de posesión del presidente, Pere Aragonès. ¿Le ha sorprendido la polémica?
Entiendo que el gesto pudiera sorprender a quien no me conozca, pero soy así y fue tan honesto como espontáneo por ambas partes.
Algunos nos querrían ulsterizados, pero no lo han conseguido
¿Qué hay tras aquel gesto que ha levantado tanta polvareda?
Hacía años que no nos veíamos y yo lo puedo abrazar porque nunca querría que él fuera a la cárcel por motivos políticos. Lo digo de todo corazón y sin acritud. Son mis convicciones. Después de cerca de 4 años de prisión he tenido que aprender a protegerme del rencor. También porque quiero un futuro saludable para mis hijos y para toda la sociedad. De la semilla del odio no crecerá nunca nada bueno para nadie. El actual PSC dista bastante de aquel PSC de Reventós o Maragall, pero es un partido que forma parte de grandes mayorías, como por ejemplo en torno al modelo de escuela catalana. Y eso desde Òmnium, tenemos la enorme responsabilidad de no dejarlo malbaratar bajo ninguna excusa. Yo me confrontaré sin matices contra el fascismo y la extrema derecha pero nunca alimentaría ni la más pequeña división entre ciudadanos. Algunos nos querrían ulsterizados, pero no lo han conseguido. En Catalunya la única fractura social que hay es entre los que pueden llegar a final de mes y el 25% de la población que vive en riesgo de exclusión social.
¿Abrazaría al Rey?
[Cara de perplejidad] ¡No le conozco de nada! ¿Por qué tengo que abrazar yo al rey de España? Claro que no lo abrazaría.
Nada volverá a ser igual. Hemos aprendido que el límite a nuestras aspiraciones como pueblo no puede ser ni represión ni prisión
¿Qué han representado para Jordi Cuixart estos tres años y ocho meses en la prisión?
Un cambio muy grande en mi vida y de mi familia. Hay que tener presente, sin embargo, que tres años y ocho meses es mucho tiempo para la vida de una persona y de una familia, pero es un periodo de tiempo ínfimo en la historia de una nación. Nunca más. Nada volverá a ser igual, pero no sólo para los presos políticos y exiliados sino para el país en general. Nos hemos hecho mayores de golpe y hemos aprendido que el límite a nuestras aspiraciones como pueblo no pueden ser ni la represión ni la prisión. Queriendo que lo perdamos todo nos han hecho perder incluso el miedo y nos han enseñado a abrazarnos a la vida con uñas y dientes.
La resolución del conflicto político pasa por la autodeterminación, la amnistía y el retorno de los exiliados
¿Qué hará cuando tenga el indulto para salir de la prisión?
Si se produce volveré a Òmnium y a la fábrica, iré a ver a mis padres y a los amigos, y abrazaré a mis hijos y a mi mujer durante horas y horas sin tener que mirar el reloj de reojo. Con Txell hemos luchado como locos por permanecer unidos como familia y seguiremos construyendo nuestra familia sea como sea. Con el indulto no se acaba nada, sino que la lucha continúa y persistiremos. La resolución del conflicto político pasa por la autodeterminación, por la amnistía y el retorno de los exiliados, no dejaremos a ningún represaliado solo.