El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, disfruta del tercer grado desde el viernes pasado cuando, junto con el resto de presos políticos, salió de la prisión de Lledoners. A pesar de encontrarse en grado de semilibertad, Cuixart teme que no durará demasiado.
"Somos conscientes de que el tercer grado será muy efímero", ha dicho el presidente de Òmnium en una entrevista en Catalunya Ràdio antes de volver a ingresar en la prisión durante la semana. Cuixart está convencido de que la Fiscalía recorrerá el tercer grado, tal como ya adelantó El País la semana pasada.
Las elecciones
Sobre las elecciones del próximo 14 de febrero, decretadas por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, el presidente de la entidad independentista ha asegurado que todo es una "operación de estado".
Según Cuixart, "hay una operación de estado que pasa por hacer a Salvador Illa presidente, más allá de velar por la seguridad de los catalanes". El TSJC ha decretado que los comicios se celebren el 14 de febrero a pesar de la grave situación de la pandemia del coronavirus y la mayoría de partidos catalanes aseguran que no es lo más prudente. Cuixart lo atribuye todo a un plan del Gobierno que no se preocupa por la salud de los catalanes y sólo quiere situar a su candidato socialista al frente de la Generalitat.
"Hasta las últimas consecuencias"
El presidente de Òmnium ha pedido a los partidos soberanistas que cumplan todo lo que dicen que harán y que asuman las consecuencias. Cuixart ha añadido que la lección aprendida es que se tiene que estar dispuesto a llevar a cabo los compromisos "hasta las últimas consecuencias".
Ante la situación actual, Cuixart ha defendido que se necesitan "nuevos liderazgos" que complementen los actuales. Y ha considerado que ya existen, pero que tienen que ir aflorando. "Quizás están en una patronal, un sindicato, en las asociaciones de vecinos e incluso en los partidos," ha añadido.
El indulto
Cuixart ha rechazado que el indulto sea una solución y ha considerado que si el Gobierno les quiere indultar es porque no quiere afrontar una negociación política. Y ha preguntado si se tiene que dejar tiradas a las personas de la sindicatura electoral y a la gente que está pendiente de ser juzgada o a las personas a quienes se pide penas de prisión por defender la libertad de expresión. En este sentido, ha reiterado que la resolución del conflicto no pasa por "soluciones individualizadas".
Finalmente, el presidente de Òmnium ha lamentado que la cultura "esté pagando los platos rotos" i ha pedido a las instituciones que tomen medidas para un sector que ha calificado "de esencial". "Los metros van llenos y la cultura, que es segura, se nos está fundiendo entre los dedos. Están descuidando de salvar un sector que es clave", ha denunciado.