El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, ha reclamado la necesidad de desobediencia civil al acto de inauguración de las primeras jornadas de la Escuela Guillem Agulló, concebida por Òmnium para legitimar de nuevo l'exerici de protesta, después de la represión del Estado de los últimos años.
Unas jornadas que han tenido lugar este sábado en el Campus Ciutadella de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), donde Cuixart ha recordado que "el problema de la humanidad es - justamente - la obediencia civil" y ha insistido en la importancia en "desobedecer unas leyes que consideramos injustas", asegurando que "aquello que está justo ante una ley injusta es desobedecerla".
El 1-O
El presidente de Òmnium ha asegurado que el 1 de octubre fue "uno de los de desobediencia civil mayor de la Europa Occidental de los últimos años", pero que no habría sido posible sin "las luchas compartidas anteriores que han ido formando nuestro carácter". Ha asegurado que recursos como estos permitirán convertir este "poder" en "fuerza".
Es por eso que ha reivindicado el papel de la nueva escuela de formación como espacio para "poner en común, compartir, entender y aprender de todo aquello que hemos hecho y todas las posibilidades que tenemos para hacer". En este sentido, también, ha denunciado que "todavía hay personas que no pueden volver a su casa por culpa de la represión".
"Uno de los aprendizajes de estos cuatro años y del conjunto del movimiento de lucha no violenta en los países catalanes es que tenemos mucho más poder de lo que colectivamente nos habríamos podido imaginar", ha añadido y ha instado a la ciudadanía a "formarse" y "empoderarse".
Aprender de la historia
El hecho de que este acto se haya celebrado en el Campus Ciutadella de la UPF no es algo casual, Cuixart ha querido remarcar que este es el espacio que antiguamente ocupaban los antiguos cuarteles que acogían los que se negaban a hacer el servicio militar, un lugar "de resistencia y conocimiento, que visualiza este poder y fuerza", ha expresado.
El presidente de Òmnium ha hecho referencia a otros hechos históricos explicando que la formación de maestros de catalán, que encabezó Òmnium "también fue un acto de desobediencia civil", motivo por el cual la entidad sufrió también represión del Estado: "Ilegalizaron Òmnium, su sede fue clausurada, sus actividades fueron suspendidas y tuvo que abrir sede a París", recuerda.
Jordi Cuixart a las primeras jornadas de formación de la escuela Guillem Agulló / Òmnium Cultural
Así pues, ha apelado a la necesidad de aprender de las luchas compartidas anteriores, lo cual- ha asegurado - da sentido a esta escuela de formación: "Eso hace que hoy podamos tener activistas".
Cuixart ha agradecido la presencia de las diversas organizaciones juveniles que han asistido teniendo en cuenta que su día a día "no es fácil", ha añadido.
Imagen principal: Jordi Cuixart a las primeras jornadas de formación de la escuela Guillem Agulló / Òmnium Cultural