Jordi Cuixart se ha mostrado hoy a favor de aprovechar la mesa de diálogo con el Estado, dejando de lado las diferencias que se han demostrado durante las semanas previas y presentarse con una propuesta conjunta y firme por la autodeterminación En este sentido, ha pedido a los partidos independentistas que dejen de "lanzarse por la cabeza" el espacio de negociación con el Gobierno, después de los reproches mutuos que ha habido entre Junts, más escéptico con la mesa, y ERC, que la defiende.

Ante la reunión que se tiene que celebrar la semana del 13 de septiembre, el presidente de Òmnium ha lamentado que "la sociedad catalana es incapaz de valorar lo que ha conseguido", como en este caso. De hecho, ha asegurado en una entrevista en RAC1 que, si hace cuatro años "alguien nos hubiera dicho que el Gobierno accedería a sentarse con nosotros, reconociendo que existe un conflicto político, lo habríamos vivido como una victoria".

Sin fechas ni plazos

Con todo, sin embargo, Cuixart reconoce que esta mesa es poco rigurosa y ha avisado que en contra de lo que quieren desde Madrid, si la mesa no incluye la autodeterminación, "será en vano". Para hacer "que se escuche la voz de la ciudadanía", ha requerido al Govern aparcar las diferencias e ir con una propuesta firme por el referéndum. En este sentido, sin embargo, ha censurado las declaraciones del president Aragonès en que apostaba por fijar una fecha para la consulta antes del 2030, ya que cree que una de las grandes lecciones, después de años de represión, es que "la manía de poner plazos no funciona".

Negociación con el PSC

Además, según su opinión, el diálogo con el Estado también se tiene que ver reproducido dentro de Catalunya. Muy convencido de sus palabras, ha asegurado que la negociación y las conversaciones con el PSC son claves para poder "coser" la sociedad catalana: "¿Estamos locos? Gobiernan en algunas de las ciudades más importantes del país. Claro que hay que hablar con ellos, para preservar grandes consensos de país". Yendo más lejos, ha advertido que este partido "no es parte del problema, es parte de la solución".

Con todo, sin embargo, "hay que tener claro" que durante los últimos años su posición ha tomado otra deriva, como demuestran las "barbaridades" de Illa diciendo que los últimos 10 años son los peores de los últimos 300 en Catalunya. Así, Cuixart pide no olvidar su posición con el 155, por ejemplo, o su represión a derechos y libertades, que "decepcionan" a los fundadores de los socialistas, "evitando defender la identidad nacional de Catalunya".

Defensa de Colau

Una de las imágenes de este verano fue la pitada que recibió Ada Colau durante el pregón de la Festa Major de Gràcia, donde Cuixart ejercía de pregonero. Entonces interrumpió a los independentistas con el argumento de haber pasado "3 años y 8 meses en la prisión" para pedirles que dejaran hablar a la alcaldesa. Hoy, el líder ha mantenido que no quería utilizar un discurso autoritario y que lo hizo porque "me incomoda que no se deje hablar".

En este sentido, ha reiterado su posición asegurando que la voluntad del Estado es que "no nos escuchemos, que nos dividamos" y que por eso es importante dejar hablar, escuchar y después "ya la silbaremos". Con todo, sin embargo, ha asegurado que su intención no era proteger a Colau, sino avisar a la gente de que "lo que quiere España es eso".

 

En la imagen principal, Jordi Cuixart durante un acto de Òmnium / Pau de la Calle