Pasó tres años y ocho meses en la prisión por el 1 de Octubre. Pero a pesar de eso y siempre con su sonrisa característica, el presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, asegura que no renuncia a aquellos días sin libertad porque podía luchar, con el resto de presos políticos, 24 horas al día "como locos" por la independencia de Catalunya": "En la prisión fui feliz porque seguía luchando por la independencia. Lo único que podía hacer era eso".
Cuixart lo ha dicho durante la presentación de su libro Aprendizajes y una propuesta que salió publicado el 2 de noviembre y que hoy ha comentado en una acto en la Sala de la Paloma de Barcelona, donde han asistido políticos como los expresidentes Artur Mas y Quim Torra; el exconseller Joaquim Forn; los republicanos Oriol Junqueras, Marta Vilalta y Alba Vergés; los cupaires Dolors Sabater, Eulàlia Reguant y Carles Riera; y el presidente de Unidas Podemos en el Congreso, Jaume Asens.
En el libro, hecho a partir de una libreta donde fue apuntando sus reflexiones aquellos días de cautiverio, defiende convocar un referéndum sin adjetivos y con la mayor brevedad posible. Una propuesta que la consellera Clara Ponsatí criticó en una entrevista en TV3 y que hoy Cuixart ha vuelto a reivindicar: "El pueblo tiene que recuperar la palabra, la voz, y de aquí la propuesta de un referéndum sin adjetivos". La consellera, también tildó "de estafa tremenda" el Tsunami Democràtic, y hoy Cuixart ha insistido en toda la lucha hecha entonces.
En la presentación, caracterizada por un tono intimista, el líder de Òmnium ha explicado también que a pesar de los primeros meses en que entró en la prisión sólo pensaba en salir, después vio que iría para largo y por eso apostó por "arremangarse" y seguir luchando: "Si hubiéramos renunciado a hacer eso no habríamos sido felices".
La fuerza del exilio
"Decidimos que seríamos presos políticos y no nos negaríamos a vivir, y tampoco renunciaríamos a construir nuestra familia", ha seguido Cuixart, que también ha hablado sobre la fuerza del exilio encabezado por el presidente Carles Puigdemont, que ha dicho que es una tarea muy importante "que complementaba mucho la función" que hacían desde la prisión.
Así, ha hecho valer que si no hubiera estado por el exilio -aparte de las movilizaciones y luchas de la sociedad civil- no hubieran salido de la prisión en 3 años, sino en casi 25 o 30: "Si nos han acabado sacando de la prisión, no ha sido porque Pedro Sánchez se haya convertido de sopetón en muy buena persona y le haya sabido mal el sufrimiento de nuestras familias, sino también por la presión internacional y todos los frentes de lucha que nos representan".
Asimismo, se ha mostrado esperanzado con la justicia europea y en cómo pueda castigar el estado español por toda la represión, porque considera que es garantista con respecto a los ejercicios de los derechos fundamentales: "Tengo mucha esperanza, pero también pragmatismo".
Después de un breve espectáculo de danza de Las impunxibles, Cuixart ha pasado a firmar libros. Durante el acto también se han podido escuchar unas palabras del presidente Carles Puigdemont y la secretaria general de ERC Marta Rovira.