El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, ha asegurado, cuando hace un año de la sentencia del 1-O, que "1.094 días después, volver a hacerlo es la mejor respuesta colectiva a la sentencia". Lo ha dicho mediante una carta leída en un coloquio organizado por la entidad donde se ha analizado los efectos de aquel dictamen del Tribunal Supremo.
Cuixart ha celebrado que hoy "el estado español es más débil y la sociedad civil organizada, más fuerte" y ha garantizado que lo volverán a hacer "porque lo exige este presente de injusticia" y porque "ante una condena a los derechos colectivos, ejercerlos es la mejor manera de protegerlos". El vicepresidente, Marcel Mauri, ha alertado que la sentencia "crea un precedente peligroso para el ejercicio de derechos fundamentales".
"No hay margen para reinterpretar la sedición"
Al coloquio, la abogada de Cuixart, Marina Roig, ha advertido que "no hay margen de maniobra para reinterpretar el delito de sedición": "Si sigue existiendo se seguirá criminalizando la protesta". Y ha reclamado la amnistía como en única herramienta válida, ya que la reforma del Código Penal o los indultos recaerían sobre nueve personas, cuando hay "más de 2.800 personas afectadas".
La codirectora de Irídia y miembro de International Trial Watch, Anaïs Franquesa, ha considerado que, en el marco del juicio se produjeron vulneraciones de derechos humanos como "el derecho a manifestación, la libertad de expresión y el principio de legalidad".
Finalmente, Laia Serra, miembro de la Asociación Catalana para la Defensa de los Derechos Humanos y Comisión de Defensa del ICAB, ha lamentado que este tipo de sentencias tienen un efecto "disuasorio". "En muchos casos del día a día la gente tiene miedo, no confía en la judicatura y son muy conscientes del contexto represivo desfavorable", ha avisado.