La delegada del Gobierno en Catalunya, Teresa Cunillera, ha aprovechado el acto de celebración del 41 aniversario de la Constitución para alertar de que hace falta actualizar la Carta Magna para demostrar su vigencia y combatir lo que ha descrito como la desafección e incomprensión que despierta en las generaciones jóvenes. Cunillera ha reclamado defender la Constitución desde la razón, descartando "la épica y los golpes en el pecho".
"Si nos enfrascamos en discusiones sobre la épica de los símbolos y las esencias, no podemos esperar más que conflicto. Porque, en política, cuando hablamos desde los sentimientos y no desde la razón, el acuerdo se hace imposible", ha advertido.
La delegada, a pesar de insistir en que la Constitución se mantiene útil y vigente, ha recordado que sólo la votaron los que tienen más de 60 años, y atribuye parte de la desafección —que ya evocó el president José Montilla— y la incomprensión de las generaciones jóvenes hacia los fundamentos de la democracia española en que no se reconocen como beneficiarios de este texto.
"Esta pulsión generacional es comprensible. Y nuestro deber es demostrar la vigencia de la Constitución", ha asegurando admitiendo que resulta natural que haya generaciones que no sólo no se sientan vinculadas ni se identifiquen con ella, sino que incluso la vean como un freno.
No obstante, Cunillera ha alertado también contra los que pretenden utilizar la Constitución para evitar la negociación. "Escudándonos en ella para evitar el debate político o utilizándola partidistamente, la debilitamos, la deslegitimamos y la ponemos en peligro", ha alertado.
En relación al pulso de Catalunya con el Estado, ha asegurado a los que "legítimamente aspiran a la independencia" que "excepto el odio y la intolerancia, en el juego democrático cabe todo", pero no hay lugar para los que "atacan la esencia democrática" del Estado, para los que retuercen las formas porque no les gustan las reglas del juego. "Dentro de la ley, todo. Fuera, nada", ha advertido a la vez que reclamaba un diálogo democrático dentro de la Constitución, que ha definido como la "patria del diálogo".
Ha advertido que el futuro requiere colaboración, pacto y acuerdo, que "negociar entre partidos diferentes es la única manera de gobernar para toda la ciudadanía", que nadie se tiene que asustar ante el diálogo porque "es la única manera de desinflamar posturas, para avanzar sin dejar a nadie atrás ni excluir a nadie ni ningún territorio".