La CUP ha decidido no dar apoyo al acuerdo de investidura negociado con JxCat y ERC y que sus cuatro diputados se abstengan en caso de que esta votación se llegue a sustanciar. Así lo ha decidido esta mañana el Consejo Político cupaire que ha abordado la última propuesta de que ha planteado el grupo de Carles Puigdemont, después de que se ha anunciado el paso al lado del president y la candidatura de Jordi Sànchez. Con todo, fuentes del Consejo aseguran que no se ha debatido sobre el nombre del candidato.
Los cupaires ya habían mostrado el malestar por la decisión de Puigdemont de descartarse provisionalmente como candidato, lo cual provoca, según su opinión, una ruptura con la voluntad de restituir el Gobierno.
No al retorno de la legalidad española
El motivo principal por el cual la CUP ha decidido abstenerse en un hipotético pleno de investidura de con Sànchez de president es porque supone volver al autonomismo y someterse a la legalidad española y a la sentencia del Tribunal Constitucional, hecho que, según la formación antisistema, no permitiría a Catalunya llevar a cabo políticas de tipos sociales ni fiscales. Por lo tanto, en este sentido se han opuesto, radicalmente, al 155, al 135 y al autonomismo. También han defendido que tanto Toni Comín como Crles Puigdemont sueño diputados plenamente hábil para votar en el Parlamento.
Además, dicen, que la voluntad de investir a Jordi Sànchez provoca romper con el mandato tanto del 1-O como con el de las últimas elecciones del 21-D, ya que el pueblo de Catalunya votó para que Carles Puigdemont fuera el president y no otro. Al mismo tiempo, esta hipotética investidura supondría volver a dar otro paso atrás en el Procés. También han apuntado que si no se avanza en la construcción de la república, significa que se esta retrocediendo, y han recordado que su formación ya dijo que no en Artur Mas y votó en contra de unos presupuestos.
La CUP ha querido cerrar su discurso con dos ideas muy claras, la primera que no negociarán nunca en el marco del autonomismo ni nunca renunciarán a la república ni a su legalidad. Y que por lo tanto toda propuesta que salga de este marco no la escucharán ni la negociarán. Añadiendo que nunca renunciarán a su proyecto político, que no se trata de nombres sino de un proyecto firme de materialización de la república de Catalunya.