El diputado y número dos de la candidatura de la CUP para las próximas elecciones catalanas, Carles Riera, ha afirmado este jueves que los comicios previstos para el 14 de febrero tienen que aplazarse porque el Govern "no ha hecho los deberes".
En declaraciones a TV3, Riera se ha referido en concreto a dos cuestiones en las cuales el ejecutivo, según su parecer, ha actuado de forma deficiente: "no ha habilitado todos los medios para garantizar la salud y que todo el mundo pudiera votar", lo cual es "una señal inequívoca de inoperancia"; y no ha volcado suficientes recursos para que la población pueda superar con dignidad la crisis" sanitaria.
"Garantizar la vida de las personas"
Vista la evolución epidemiológica y las proyecciones para las próximas semanas, la CUP considera que la cita con las urnas se tiene que posponer porque se tiene que "garantizar la vida de las personas y que absolutamente todo el mundo pueda votar".
En este sentido, se ha hecho eco de un informe del Síndic de Greuges, Rafael Ribó, que ayer cifró entre 196.000 y 216.000 las personas que "no podrían votar presencialmente en las elecciones del 14 de febrero desde un punto de vista sanitario".
Riera también ha defendido que "hace tiempo que se tendrían que haber hecho elecciones para salir de este desbarajuste", porque sostiene que la legislatura está "agotada" desde hace aproximadamente un año, cuando así lo sentenció el entonces president, Quim Torra.
Dispuestos a entrar en el Govern
La CUP, ha proseguido, está dispuesta después de los próximos comicios a "asumir todas las responsabilidades que haga falta, con todas las consecuencias", incluso a entrar en el Govern.
Siempre que, eso sí, se pacte un programa que, entre otros asuntos, plantee una reforma fiscal, el control público de agua, luz y gas, la creación de una banca pública y gestionar los fondos de recuperación europeos evitando que estos recursos vayan a parar a manos de "las grandes corporaciones".
Riera ha dicho que el hecho de que el independentismo superara el 50% de los votos sería "un impulso" para desarrollar el programa que proponen: "forzar un escenario de negociación del conflicto" que culmine, como muy tarde el 2025, en un referéndum de autodeterminación "efectivo".