Las incidencias y caos que se vivió el sábado en el concurso oposición de estabilización —en el cual había más de 13.500 personas convocadas— han causado el enfado de la oposición con el Govern. A las críticas se ha sumado la CUP, que exige "responsabilidades políticas" a la consellera responsable de esta cuestión, Laura Vilagrà. La diputada Basha Changue, que es la candidata de los cupaires a la alcaldía de Barcelona en estas elecciones municipales 2023, ha considerado que "ni la comparecencia de la consellera de Presidència ni siquiera la destitución de la directora general de Funció Pública, Marta Martorell, resolverá el desmantelamiento de servicios públicos, que es tendencia del Govern de Esquerra Republicana". En este sentido, la CUP acusa al ejecutivo de ser el "mayor privatizador" de los últimos años y, por este motivo, Changue ha sido clara contra Vilagrà y la ha emplazado a "rectificar o irse".
Desde el punto de vista de los anticapitalistas, este ha sido un proceso de estabilización "nefasto que ha contado con la colaboración del PSC, Junts y los comunes, haciendo posible el mayor ERE encubierto de la historia". La alcaldable Basha Changue ha afirmado que Catalunya tiene un "déficit histórico de trabajadores públicos" y ha acusado al ejecutivo que dice "ser el más feminista de la historia" de "dejar en la calle a mujeres de 55 años sin ni siquiera parpadear". "Es incongruente externalizar un servicio para internalizar a las trabajadoras que están en situación irregular, el Govern no está gobernando bien ni asumiendo responsabilidades", ha lanzado.
La CUP carga contra la proposición de Junts sobre la sequía por no ir "a la raíz" del problema
Por otra parte, el diputado Xavier Pellicer se ha pronunciado sobre la proposición de ley de Junts per Catalunya con medidas para combatir la sequía que debatirá esta semana el Parlament. En opinión de los cupaires, es "triste" que el debate "se focalice solo en el régimen sancionador", hecho que creen que evidencia una "mirada electoralista" que ha "impuesto" Junts con el PSC como "cómplices". "Lo que hace falta es abrir un debate de fondo sobre medidas estructurales, que vengan personas expertas de todo el territorio a hablar al Parlament. Tenemos que dejar de hablar de situaciones excepcionales y hablar de una situación que será la normalidad", ha añadido Pellicer. La CUP sostiene que la propuesta de los juntaires "no va a la raíz del problema" y, en esta línea, ya ha adelantado que no darán apoyo a una "propuesta que solo lo que hace es modificar la fecha de las sanciones". El gran problema, para Xavier Pellicer, es que los partidos que puedan aprobar la proposición "saben perfectamente que, cuando pasen las elecciones, quizás habrá restricciones graves incluso en el agua de boca", y por eso lamenta que no se haga el debate "de fondo".