Nuevo toque de atención de la CUP al Govern y el president Pere Aragonès. Después de encontrarse en el marco de la ronda de contactos que el president de la Generalitat ha iniciado con todos los grupos parlamentarios, la cabeza de lista de los anticapitalistas, Dolors Sabater, ha expresado su "preocupación" por los "gestos" del Ejecutivo durante el inicio de su mandato.
Sabater ha concretado que dos de las cosas que más molestan a su partido es la "pasividad" del Govern con la crisis de los desahucios y la relación con el Estado. "Ayer mismo sufríamos la pérdida de una vida y es un síntoma claro de cómo los desahucios van en contra de la vida", ha dicho en referencia al suicidio del vecino de Sants.
En este sentido, Sabater ha apremiado al Govern a actuar y anular la participación de los Mossos en el proceso de desahuciar y ha recordado que cuando acabe la moratoria de desahucios la situación empeorará.
La falsa normalidad
Por otra parte, Sabater ha instado al Ejecutivo a no mostrar una "falsa normalidad" en las relaciones con el Estado recordando que la persecución y la represión contra el independentismo "es una constante".
En este sentido, Sabater ha mostrado su disconformidad con el hecho de que el Govern estará presente en la cena inaugural que el Círculo de Economía celebra este miércoles por la noche en Barcelona de la mano del vicepresident Jordi Puigneró.
Para los cupaires es clave que el Govern inicie un embate democrático con el Estado y que eso se "escenifique" también en las relaciones institucionales. De hecho, miembros de la CUP ya criticaron la asistencia de Aragonès al aniversario de Foment, donde coincidió con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Los topes del Régimen del 78
Sabater ha aprovechado la actualidad sobre la ley de regulación de los alquileres para volver a reivindicar que los derechos sociales y nacionales van ligados de la mano y que el Régimen del 78 supone un "tope" para "nuestros derechos".
La líder cupaire ha concluido que han pedido a Aragonès el inicio del despliegue de la renta básica universal, el fortalecimiento de los servicios públicos y la necesidad de "encontrar formulas de embate democrático compatibles" con la apuesta de ERC por alargar la mesa de diálogo dos años más.