La CUP culmina este sábado lo que denominaron 'Procés de Garbí', el debate interno para reorientar la estrategia del partido. Después de once meses de trabajo, unos 700 militantes y simpatizantes de la formación anticapitalista se han reunido la jornada de hoy en la Fira de Sabadell con motivo de la asamblea nacional que pone punto final a esta etapa de refundación. A las puertas del acto, antes de la votación definitiva de las 153 medidas que se debaten, los portavoces Non Casadevall y Maria Gordillo han afianzado la próxima misión de la CUP: "Conquistar las instituciones".

En declaraciones a los medios al inicio de esta asamblea definitiva, Casadevall ha defendido que "la CUP quiere ocupar los máximos espacios a las instituciones existentes" para "ponerlas al servicio del pueblo y la gente". "No nos sirve un país como lo que plantea Junts. No nos sirve una propuesta independentista para la minoría", ha planteado por su parte Gordillo, que ha aprovechado para denunciar que el partido del president Carles Puigdemont haya tumbado el debate en el Congreso para regular del alquiler de temporada y de habitaciones.

"Que Junts esté ligando el independentismo a una serie de medidas que vuelven la espalda a su pueblo condena el independentismo al fracaso", ha afirmado Gordillo, que considera que "también lo condena las opciones que apuntalan su proyecto con el racismo", en referencia a Aliança Catalana, el partido de extrema derecha catalanista que lidera la alcaldesa de Ripoll y diputada en el Parlament, Sílvia Orriols. La CUP advierte sobre la cuestión de los alquileres que "no es una cuestión de competencias, sino de intereses" y que lo que quiere la derecha es "proteger la posibilidad de lucrarse de los que se enriquecen a costa del derecho a la vivienda".

"Confrontación" y no diálogo con el Estado

Los cupaires consideran que la política institucional catalana ahora mismo "está muy lejos de responder y de dar soluciones a las necesidades y preocupaciones de los trabajadores". Por otra parte, los anticapitalistas también han aseverado que la vía del diálogo y negociación con el Estado ha chocado con un callejón sin salida y "está agotada". "Tenemos en frente a un PSOE que se ha negado y negará cualquier avance social", ha valorado Casadevall, que ha añadido que "la única fórmula para conseguir la plena soberanía y la independencia es la confrontación". 

"Ni nombres ni personalismos"

Entre las 153 medidas que se debaten para la refundación del partido, figura que la CUP disponga de un cargo de liderazgo formal, en forma de secretario general, y un número dos como secretario de organización, de manera que esté presente la bicefalia habitual que se da en la cúpula de la mayoría de partidos. También se vota si ampliar el mandato del Secretariado Nacional de dos a cuatro años. De esta manera se apostaría por una consolidación de liderazgos, unas caras visibles más duraderas en el tiempo —hasta ahora ha sido la norma la renovación constante cada pocos años—, que podrían acelerar la toma de decisiones con una estructura más vertical y, por lo tanto, llegar a tiempo a tener incidencia política real en las instituciones. Al respecto, Casadevall ha afirmado que durante el Garbí "en ningún momento hemos hablado de nombres y personalismos, sino de lo que necesita" Catalunya. Los integrantes del nuevo Secretariado Nacional no se escogerán hoy, sino en una votación posterior, el próximo 6 de octubre.