La CUP iniciará próximamente una ronda de reuniones con entidades y movimientos sociales "para recoger propuestas y planteamientos" y reforzar su posición a la hora de negociar "con el resto de fuerzas políticas". Así lo ha anunciado su cabeza de lista, Dolors Sabater, en una rueda de prensa este martes en que también ha situado la formación anticapitalista como la "garantía del viraje hacia la izquierda".
Este, pues, es el primer paso de la CUP a la hora de tejer la estrategia que seguirá en las reuniones que se prevén con ERC, JxCat y los comuns. "Consideramos que la Generalitat tiene que dar un giro de 180 grados", ha aclarado Sabater añadiendo que quieren hacer valer a sus nueve diputados para condicionar la formación del futuro Govern. "El independentismo reclama políticas más de izquierdas. Nuestra propuesta a los partidos es dar una respuesta inmediata a esta crisis", ha advertido.
A pesar de reclamar este giro a la izquierda, Sabater no ha descartado un pacto con JxCat. A diferencia de los comuns, los anticapitalistas ponen como condición para dar apoyo coincidir en "qué se hará" y no "con quién". Además, la cabeza de lista ha dejado claro en todo momento que en el "nuevo ciclo" que defienden, quieren ser "clave" en el avance "social y nacional". Este posicionamiento difiere bastante con el planteado por el Instituto Sobiranies -donde hay exdiputados del partido como David Fernàndez y Anna Gabriel- que veta no sólo al PSC sino también a la candidatura de Laura Borràs.
Desde la CUP también se ha confirmado una primera reunión con ERC, propuesta públicamente por esta última formación, aunque todavía sin fecha concreta establecida. El equipo negociador que presentará la CUP no será "estanco" sino que serán "amplio y variable" respondiendo a la "realidad plural y diversa" de la candidatura, ha explicado el número 2 por Barcelona, Carles Riera. Aparte, el partido prevé hacer un consejo político ordinario el próximo 27 de febrero, en el que se hablará de los resultados electorales pero donde no se tomarán "decisiones determinantes".
Una historia de vetos
Así pues, mientras la CUP no veta a JxCat, pero sí que lo hace con el PSC, los comuns se encuentran en la posición contraria, vetando a la candidatura de Borràs y avalando la de Illa. Precisamente los de Puigdemont también vetan a los comune y, evidentemente, al PSC. Aunque hoy mismo el secretario general del partido, Jordi Sànchez, se ha abierto a aceptar la formación morada "si ellos acaban aceptando una propuesta independentista".
En medio podríamos decir que se encuentra ERC, que propone desde el principio de la campaña un Govern "de vía amplia" con JxCat, la CUP y comuns. Ahora bien, a causa del veto cruzado entre los de Borràs y los de Albiach, parece una hazaña imposible.