Los socios prioritarios del Gobierno del PSC para aprobar los presupuestos del 2025 (ya es prácticamente imposible que estos entren en vigor el 1 de enero) son Esquerra Republicana y los comunes, con quienes ya pactaron la investidura de Salvador Illa. Con todo, este jueves se ha producido en el Parlament una reunión entre dos socios improbables, el Ejecutivo socialista y la CUP, el primer encuentro entre estos dos partidos para negociar los presupuestos para el próximo año. Al salir del encuentro, la diputada Laia Estrada ha valorado este encuentro con la consellera de Economía, Alícia Romero, y no se ha mostrado muy optimista con la posibilidad de llegar a ningún acuerdo mientras el Govern de Illa mantenga una "actitud de sordera" ante los grandes problemas que el país actualmente en ojos de la CUP: vivienda, movilidad y lengua catalana.

Si hemos mantenido esta reunión es porque hay urgencias sin resolver. Y el Govern tiene la capacidad para resolver urgencias en materia de lengua, vivienda o movilidad, pero no tiene la voluntad política de escuchar clamores populares clarísimos", ha dicho en referencia a la manifestación por  el derecho a la vivienda que se celebró este fin de semana en las calles de Barcelona. En este sentido, también les ha dejado claro que el concepto de "prosperidad compartida" al cual hace referencia a menudo el presidente Illa "no es posible": "Tienen que escoger para quien  gobiernan. Para los rentistas o para la ciudadanía, para los turistas o para quien se quiere desplazar en transporte público, para quien defiende la lengua o para|por quien pretende enterrarla".

"La vivienda no puede ser un negocio"

Según ha detallado Estrada, durante la reunión se han puesto sobre la mesa los diferentes planteamientos que recogen los clamores populares: "La vivienda no puede ser un negocio, y eso requiere sobre todo que los pisos vacíos en manos de grandes tenedores se pongan a disposición del conjunto de la población, pero también avanzar hacia la reducción del alquiler y contratos indefinidos". Con el acceso a la vivienda, convirtiéndose en el principal problema de Catalunya según el CEO, este tendrá un papel clave en la negociación de los presupuestos, ya que no solo la CUP sino también ERC y los comunes piden avances a los socialistas.

Por parte de la CUP no dan por rotas las negociaciones pero sí que aseguran que "quien tiene la pelota sobre el tejado es el Govern". En este sentido, los han invitado a decidir si quieren "dar respuesta a los clamores de la población" o si continuarán con "actitud de sordera". De eso dependerá que continúen las conversaciones.