La CUP ha entomado la denuncia hecha por Mireia Boya en el momento en que se ha formalizado a través de los canales establecidos y ha lamentado su dimisión. La exdiputada ha dejado el secretariado nacional del partido por agresión psicológica de un compañero.
En un comunicado, han reiterado su compromiso de seguir trabajando para garantizar espacios seguros y libres de violencias. "Necesitamos seguir aprendiendo de las carencias y contradicciones que todavía tenemos como organización feminista ya que, desgraciadamente, no podemos dejar de reconocer que no somos impermeables a un sistema patriarcal que atraviesa nuestras vidas y nuestras prácticas militantes", han admitido.
En este sentido, han informado que la Comisión Feminista de la CUP afrontará el caso y que el Secretariado Nacional se compromete a seguir trabajando, "con más fuerza si hace falta", para la construcción de una organización que sea un espacio de participación seguro para todas las personas. También han destacado la prioridad de trabajar en igualdad de condiciones.
En el texto se expone que en los últimos dos años se ha trabajado en un plan de acción feminista que incluye las propias prácticas militantes. "En la CUP no somos diferentes de otras organizaciones que también sufren y ejercen, conscientemente o no, violencias machistas en su sí, pero tratamos de afrontarlas, y hacerlo pasa, de entrada, por el reconocimiento".
La Comisión Feminista de la CUP ofrece a la militancia formación, sensibilización y debate. "Esta tarea ha tenido como resultado un protocolo de abordaje de agresiones machistas que se encuentra en fase de enmiendas y que se está debatiendo en todas las asambleas locales", detalla el partido.
Agradecimiento a Boya
La nota empieza lamentando la dimisión de Mireia Boya y las causas que lo han motivado. También se agradece a Boya todo el trabajo hecho por la CUP, primero como diputada y más últimamente como miembro del Secretariado Nacional.