Los votos de JxSÍ y la CUP han facilitado tramitar los presupuestos de la Conselleria de Territori i Sostenibilitat, presentados este jueves por el conseller Josep Rull en el Parlament y que contaban con enmiendas a la totalidad por parte de PP, C's, PSC y SíQueEsPot. Aun así, y cuando algunos medios de comunicación aseguran que el Govern cierra la puerta a negociar nuevos impuestos, los anticapitalistas han planteado ocho tasas ambientales a incluir en las cuentas.
En concreto, la diputada de la CUP Mireia Boya ha propuesto un impuesto sobre emisiones, una tasa en la industria agroalimentaria por la generación de gases de efecto invernadero, peajes por la congestión en algunos municipios, tasa en el carbono, en grandes embarcaciones y en las hidroeléctricas, un canon eólico e impuesto en las nucleares.
"Son ocho impuestos finalistas. No hace falta que los asuma todos, tiene para escoger. Es un paso firme que el país necesita", ha dicho Boya a Rull, y ha lamentado que las cuentas del departament, de 1.669 millones de euros (9,8% más), son continuistas.
La CUP también ha planteado la creación de dos fondos que afectan a la Conselleria de Territori i Sostenibilitat: el fondo de lucha contra el cambio climático y el fondo de patrimonio natural.
"Estamos absolutamente abiertos a profundizar", ha contestado el conseller, que ha recordado que la Ley del cambio climático está en tramitación parlamentaria y ha propuesto impulsar una proposición de ley entre todos los grupos parlamentarios para impulsar la Agencia del Patrimonio Natural cuanto antes mejor.
Por su parte, desde la oposición, C's ha criticado precisamente que son unos "presupuestos arregladitos para contentar a la CUP" y que no encaran ninguna medida para la optimización de la gestión pública y para conseguir un sector público más eficiente, por ejemplo.
Desde otra óptica, Jordi Terrades, del PSC, ha dicho irónicamente que apreciaba cambios entre "el power point del conseller Recoder y el debate celestial de Santi Vila" pero ha apuntado que los presupuestos denotan una actitud a la defensiva "enrocada". Además, ha pedido al conseller que, si el Govern no tiene suficiente dinero, "realice una reforma valiente del IRPF que no favorezca sólo al 4% de la población".