La CUP es consciente de que el Estado no se quedará de brazos cruzados si se apuesta por la unilateralidad. Por eso su propuesta pasa por resistir. "Sabemos que tendremos que materializar la República en un escenario de conflicto permanente con el Estado", ha asegurado su cabeza de lista, Carles Riera, este miércoles en una rueda de prensa en la sede de la ACN. Contemplan que este escenario de "confrontación" podrá durar "unos cuantos años", y están dispuestos a asumirlo desde una posición de "resistencia no violenta". Solo ven viable la estrategia unilateral.
Según Riera, si las fuerzas independentistas ganan en escaños las elecciones del 21-D, tienen que aplicar la ley de transitoriedad jurídica e iniciar el proceso constituyente que desemboque en la redacción de la "Constitución republicana". Mientras tanto, ha añadido, se tendrá que "empezar a legislar y decretar en términos republicanos". Ha puesto como punto de partida las "46 leyes, decretos y actos jurídicos" aprobados por el Parlament y tumbados por el Tribunal Constitucional en materia social y fiscal. También será necesario trabajar desde los ayuntamientos y "movilización continuada".
No estamos ante una "revolució dels somriures", ha avisado. "A veces hace falta conflicto. Pero la violencia la pone el Estado. Nosotros ponemos resistencia pacífica, no violenta," ha defendido. Ha tachado el Estado de "neofranquista" y ha admitido que "también jugará sus cartas de manera represiva". Aunque ha dicho que no quieren ni muertos ni heridos, ha advertido que "tenemos que asumir que delante tenemos a un Estado violento".
Si los partidos independentistas no apuestan por la vía unilateral y prefieren un "retorno al autonomismo", Riera ha adelantado que estarán en la oposición, aunque haya "pressing CUP". "No hemos venido a generar gobernabilidad, sino a generar una disrupción que nos permita romper con el régimen del 78". En cambio, si se apuesta por la unilateralidad, estarán dispuestos incluso a asumir responsabilidades de gobierno. "Nos comprometemos hasta las últimas consecuencias con la acción de gobierno republicana".
En este sentido, Riera ha afirmado que la lectura de los programas electorales de Junts per Catalunya y Esquerra Republicana es "inquietante". También ha señalado que desde la CUP intentaron hasta el final unos puntos compartidos, pero que fue la candidatura del president Puigdemont la que se levantó de la mesa y dijo que "no convenía". ERC ponía como condición que el pacto fuera entre las tres partes. "El PDeCAT nos dio pocas explicaciones", ha lamentado.
Preguntado sobre una posible victoria del independentismo en escaños pero no en votos, el candidato cupero ha sostenido que "los referéndums se ganan en votos y las elecciones, en escaños". Si no se consiguiera ninguna de las dos victorias, les tocaría estar en la oposición y trabajando desde los ayuntamientos, ha señalado.
Riera también ha querido enviar un mensaje a Podemos y los comuns para que se impliquen en el proceso constituyente catalán, que considera que de forma "pragmática" es la mejor manera de avanzar "hacia el republicanismo español". Les ha recordado que "el 15-M compartimos las calles con planteamientos de destituir el régimen del 78 y la monarquía borbónica e iniciar un proceso constituyente hacia la III República".