Quince millones de euros destinados a buscar micrófonos, cámaras y sistemas de espionaje en la sede de la Oficina Antifraude de Catalunya (OAC), en el coche y en el domicilio del jefe del organismo. Eso es lo que pagó en el 2013 la OAC, dirigida entonces por Daniel de Alfonso, según publica hoy el diario Ara, a quien el propio De Alfonso habría confirmado estas informaciones, aunque no recuerda en qué empresa lo contrató.
Antonio Giménez Raso, más conocido como El Bigotes, habría sido, según el exjefe de la Oficina, uno de los policías que habría buscado micrófonos cuando era coadministrador y apoderado de Servicios de Investigación y Detección S.L., precisamente la empresa que consta que recibió estos quince millones de euros del OAC. Y no sólo eso. El Bigotes también habría hecho de intermediario entre esta parte de la policía nacional y los dos exdirectivos de Método 3, Julián Peribáñez y Antonio Tamarit.
Pero De Alfonso, que no da muchas explicaciones y se mantiene en el margen de cómo se contrató la empresa -entre otros-, se ampara en el hecho de que no estaba el día en que se hicieron los barridos. "Teníamos sospechas, porque habíamos recibido alguna comunicación, no lo recuerdo muy bien, que podían haber entrado tanto en mi domicilio como en la oficina", relata al diario citado.