El expresidente del Gobierno Felipe González ha vuelto a comentar la actualidad política de España y a exhibir las diferencias que lo separan del presidente actual, Pedro Sánchez, con quien comparte siglas. En esta ocasión, y después del acuerdo del Gobierno con Junts para sacar adelante el decreto ómnibus que reevaluará las pensiones y permitirá ofrecer ayudas para el transporte público, González ha dicho que el president en el exilio, Carles Puigdemont, es el político "más progresista de todos", en referencia a los socios del gobierno de coalición: "Dicen que el Gobierno Frankenstein es progresista. Sobre todo Puigdemont, que es el que más progresa".

Estas declaraciones las ha hecho González en el marco de una conferencia en Sevilla, donde ha hecho hincapié en que él nunca hubiera accedido a negociar nada con los independentistas en Bélgica. "Yo no habría negociado con Puigdemont en Waterloo. No es un problema político, sino de dignidad". Posteriormente, el expresidente socialista ha criticado la estrategia del PSOE con respecto a la negociación de los presupuestos: "Dicen que el decreto ómnibus nos lleva a la negociación de las cuentas. ¿Qué cuentas? No se puede negociar un presupuesto viendo lo que te pide cada uno para después ajustar lo que ingresas y gastas", ha manifestado.

¿Elecciones si no hay presupuesto?

Precisamente por la cuestión presupuestaria, González ha soltado insinuaciones sobre la idoneidad de convocar elecciones cuando un presidente no tiene presupuestos. "La Constitución dice que en los tres últimos meses de las anteriores cuentas hay que presentar el nuevo presupuesto. A mí me pasó que no pude hacerlo en mi último mandato. ¿Y qué hice? Disolver las Cortes y convocar elecciones", ha recordado.

Buena parte de su intervención la ha utilizado para defender el llamado "régimen del 78" que, a pesar de reconocer que es usado por sus detractores con un ánimo despectivo, el expresidente español sigue reivindicando. Tanto es así, que se ha mostrado "orgulloso de ser hijo" de este régimen. "La descentralización de España es un fenómeno fantástico, pero la centrifugación, un desastre, y descentralizar sin tener un proyecto que nos cohesione a todos como nación es un desastre", ha dicho, según recoge la agencia Europa Press.

González ha querido también defenderse ante quienes consideran que trabaja "para el PP" o que está en contra de Sánchez. El expresidente socialista ha confesado que le duele mucho que entre sus compañeros de partido exista este sentimiento. "Creo que me consideran poco, porque ya hubiera ganado el PP si yo trabajara para ellos", ha manifestado irónicamente. El veterano socialista ha defendido también la Constitución española. "En todos los países que llamamos civilizados o democráticos, la Constitución es una pieza clave en la formación de escolares", ha dicho, mientras que en España, ha añadido, "se considera que puede ser un instrumento de intoxicación".