Carolina Darias se incorporó al Gobierno hace poco más de un año como ministra de Política Territorial para sustituir a Meritxell Batet, que había pasado a ser la presidenta del Congreso. Nacida en Las Palmas de Gran Canaria en 1965, la nueva ministra de Sanidad, siempre discreta, no ha protagonizado salidas de tono en su año como titular de Política Territorial y Función Pública, pero tampoco ha visto despuntar sus iniciativas ni su presencia mediática.

Ahora, por obligación, tendrá mucha más visibilidad mediática al asumir la titularidad de Sanidad, una cartera en la que no entra sin ninguna experiencia, ya que lleva junto al presidente al Sánchez y Salvador Illa inmersa en la gestión de la crisis sanitaria todos estos meses y en la llamada cogobernanza con las comunidades autónomas.

Carácter dialogante

Una de las cualidades que quienes la conocen destacan es su amabilidad, de hecho, incluso la oposición reconoció su carácter dialogante en su etapa como presidenta del Parlamento canario, entre 2015 y 2019. Ese iba a ser su broche de oro en la política, ya que en 2019 decidió dar un paso atrás y no concurrir de nuevo a las elecciones autonómicas.

Ahora bien, el paso atrás sirvió para dar dos hacia adelante cuando el presidente Ángel Víctor Torres la nombró consejera de Economía, un puesto desde el que en tan solo medio año saltó al Gobierno de España. Ha pasado poco más de un año desde entonces y de nuevo Darias cambia de tercio, esta vez con la misión de gestionar la tercera ola de la pandemia, con los números de contagios desbocados, los hospitales sobrecargados y para culminar el plan de vacunación, que avanza pero con dificultades.

20 años de militancia

Conocida por su perfil técnico, Darias suma 20 años de militancia socialista, lo que garantiza al presidente Pedro Sánchez que Sanidad seguirá pilotada por una persona de partido tras la vuelta a Catalunya del secretario de Organización del PSC, Salvador Illa, para ser el candidato socialista a las elecciones del próximo 14 de febrero.

Aunque nada es comparable a la crisis del coronavirus, en el haber de Darias figura que lidió con uno de los momentos más duros que se recuerdan en las Canarias: la llegada de cayucos y pateras a las costas de las islas entre los años 2006 y 2008.

Cuando en 2006 arribaron al archipiélago alrededor de 32.000 personas procedentes de África -9.000 más que en 2020-, la ahora titular de Sanidad, que en ese momento era subdelegada del Gobierno en Las Palmas, estableció de la mano de José Segura, el delegado del Gobierno, el modelo de gestión migratoria que actualmente se replica. Aquel episodio le valió después para ser ascendida en 2008 a delegada del Gobierno, aunque entre una tarea y otra, Darias fue diputada en el Parlamento canario y portavoz precisamente de la comisión de Sanidad.

Licenciada en Derecho por la Universidad de La Laguna (Tenerife) y funcionaria de carrera de la Administración Pública de Canarias desde 1989. Además, fue la primera mujer en presidir el Parlamento de Canarias y también es la primera ministra canaria.

Partidaria de buscar el entendimiento "hasta la extenuación", le corresponde ahora hacer valer su talante en un momento en el que la oposición azota al Ejecutivo de Sánchez por la gestión de la crisis sanitaria.

Entre críticas a su antecesor por haber "usado" la pandemia como un "escaparate" electoral, Carolina Darias recibe ahora el encargo de pilotar el ministerio más difícil, la patata caliente que no solo el Gobierno, también toda la sociedad española, están deseando que se enfríe.