Los trabajadores públicos de las delegaciones de la Generalitat en el exterior han sido despedidos, según ha podido saber la ACN. El personal de las delegaciones de París, Londres, Berlín, Lisboa, Viena, Washington, Copenhagen y Roma perderán su trabajo, aunque en la mayoría de los casos tenían contratos indefinidos de carácter local —es decir, de acuerdo con la legislación británica, francesa o italiana— y habían participado en un concurso público para acceder a las plazas. Aunque no eran funcionarios, los de las delegaciones sí que eran trabajadores públicos y son, por ahora, los únicos sin rango directivo despedidos por el 155. El Ministerio de Exteriores los autorizó el 9 de noviembre a reincorporarse a sus lugares de trabajo para hacer "gestión interna y administrativa", pero en ningún caso "ningún acto institucional", ya que las delegaciones se consideraban "cerradas". El Departament d'Exteriors de la Generalitat les dijo que quería "explorar" la posibilidad de trasladarlos a otros organismos públicos dentro de su ámbito geográfico, y les pidió sus preferencias, pero finalmente no se ha hecho y se ha procedido a su despido.
Según ha podido saber la agencia, una treintena de personas perderán su trabajo a raíz del 155, que supone el desmantelamiento de todas las oficinas de la Generalitat en el exterior, excepto la de Bruselas. Con todo, el procedimiento de despido puede ser complicado y puede variar según los casos, ya que los trabajadores tienen contratos locales basados en la legislación de los países donde residen —el Reino Unido, Francia, Italia o Dinamarca, por ejemplo— y las indemnizaciones o avisos tendrán que ceñirse a esta legislación, y no a la española.
Desde la aplicación del 155, el 27 de octubre, las delegaciones en el exterior han sido cerradas, aunque a primeros de noviembre, y de acuerdo con un correo electrónico a todo el personal laboral que ha podido ver la ACN, se dio la instrucción a los trabajadores de acceder a sus lugares de trabajo para "realizar tareas de gestión y administración interna". Con todo, se matizó que quedaba "anulada toda actividad institucional" y que se les permitía acceder al lugar de trabajo a la espera de recibir "instrucciones más concretas".
El Departament d'Exteriors les comunicó que haría falta "valorar las posibilidades futuras y tener planes de contingencia" dentro de "las posibilidades actuales", y por eso les expresó la "voluntad de ofrecer a todos los trabajadores con contrato laboral vigente interesados nuevas funciones en entidades de la Generalitat, siempre que sea necesario". En todo caso, se trataba de ofrecer puestos de trabajo "en los organismos vinculados o dependientes de la Generalitat" dentro "del área geográfica de la delegación". Es decir, para un trabajador de la delegación de Roma, se buscaría una plaza dentro de otro ente público de la Generalitat en Italia. El plan, sin embargo, no se ha sacado adelante y, por imposición del 155, el Departamento ha empezado a notificar los despidos.