Más allá de los mensajes políticos que generó la manifestación de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) de este 11 de Septiembre, hay un dato que nadie se cree. El dato de asistencia que facilitó la Guardia Urbana de Ada Colau y Albert Batlle no cuadra de ninguna de las maneras. Las calles de Barcelona desbordadas, entre la avenida del Paral·lel y la Estación de Francia, según los datos de la policía de Barcelona, acumularon un total de 150.000 personas. Una cifra que contradice la que facilitó la organización, que la elevó hasta 700.000 personas.

Los datos los facilitó la Guardia Urbana, a las seis y media, cuando estaban empezando los parlamentos en la parte final de la marcha. Desde las cinco de la tarde hasta entonces, según aseguran, calcularon la participación siguiendo una metodología concreta, que si bien sí que la han hecho pública, no aporta mucho rigor científico. Y además que, con las imágenes de la Diada de 2022, ha quedado desacreditado no el método, sino su aplicación.

 

¿Cómo calcula la Guardia Urbana la presencia en una manifestación?

En primer término, los agentes que reciben el encargo de calcular la participación en una manifestación marcan varios criterios de "densidad de ocupación por metro cuadrado", según si es "baja", "alta" o "muy alta". En el primero de los criterios, la policía cree que hay entre 0 y 1 persona por metro cuadrado; en el segundo, entre 2 y 3, y finalmente, el tercero, 4 personas por metro cuadrado, según han explicado fuentes de la Guardia Urbana a ElNacional.cat.

Bastante rato antes de la manifestación ya había gente en las calles / Foto: Eva Parey

Después, aseguran, de forma exhaustiva, se calcula la zona de afectación, retirando de este cálculo parterres con vallas, paradas de transporte público, monumentos y mobiliario urbano. Con los agentes en la calle, uniformados y de paisano, las cámaras y los helicópteros y las imágenes que llegan desde las cámaras de seguridad o de desde las retransmisiones en directo de los medios de comunicación, contrastan los datos. A partir de este cálculo, la policía de la ciudad de Barcelona llegó a la conclusión de que unas 150.000 personas salieron a reclamar la independencia en la capital en un nuevo Onze de Setembre reivindicativo. De datos oficiales solamente hay los del Ayuntamiento de Barcelona. El Departament d'Interior, que controla los Mossos d'Esquadra, no ha hecho público ningún dato de participación.

El dato que no cuadra: ¿un manifestante por metro cuadrado?

Casi una hora después del inicio de la manifestación, la multitud ocupaba unos 150.000 metros cuadrados, que son los que van desde donde había gente en la avenida del Paral·lel —casi hasta la calle de Parlament— hasta la Estació de França, casi junto al parque de la Ciutadella, donde había el escenario y donde acababa la marcha.

Si tenemos en cuenta la metodología de la Guardia Urbana y esta superficie que ocupó la manifestación, se tendría que pensar que la policía de Ada Colau y Albert Batlle solamente vieron una persona por metro cuadrado, un cálculo que no hay que ser demasiado espabilado para ver que no cuadra.

Había zonas donde la densidad de personas, en el interior de esta superficie de 150.000 metros cuadrados, era alta —2-3 personas por metro cuadrado— o muy alta —4 personas por metro cuadrado—. La cifra exacta nunca se podrá saber, pero los cálculos políticos para ayudar a desvirtuar la manifestación de este domingo en el centro de Barcelona han quedado, cuando menos, en duda.