Si Pedro Sánchez pretendía soplar satisfecho las velas del primer aniversario de las elecciones generales del 23-J, Junts per Catalunya le ha estropeado la ceremonia. El presidente del Gobierno sufrió este martes dos batacazos parlamentarios. Los verdugos de ambas iniciativas fueron el PP y Junts. Los negociadores del PSOE y Sumar no fueron capaces de convencer a ninguno de los dos partidos para que aprobara la reforma de la ley de extranjería. Pero el remate llegó por la tarde, cuando a escasos minutos de la hora de la votación, la formación de Míriam Nogueras anunció que también tumbaría la senda de déficit, el primer paso que necesita el ejecutivo para acabar aprobando los presupuestos generales del Estado de 2025. El motivo de los independentistas fue el de siempre: el déficit en ejecución presupuestaria que sufren los catalanes, y el agravio comparativo que supone colocar los datos de Catalunya junto a los de Madrid; un 45% de ejecución de lo presupuestado para los primeros, y un 212% para los segundos.

Junts per Catalunya se ha servido de un documento de 108 páginas firmado por el secretario de estado de Relaciones con las Cortes y Asuntos Constitucionales, Rafael Simancas, en el que se informa de la distribución territorial de la inversión del sector público estatal en el ejercicio 2023. La publicación incluye cuatro bloques. En primer lugar, se recoge la información referida a la Administración Central del Estado, en la que figura la ejecución de los presupuestos de 2023. En un segundo bloque, se especifican las cantidades presupuestadas y ejecutadas por organismos autónomos y entidades dependientes del Estado. En un tercero, aparece la información referida a las entidades del Sector Público Administrativo. Y en un cuarto, se recoge la información referida a las entidades integrantes de los Sectores Públicos Empresarial y Fundacional.

La formación que en Madrid lidera Míriam Nogueras ha efectuado un sumatorio de estos cuatro bloques (la suma en cuestión no aparece en el documento firmado por el Gobierno). El encargado de esta tarea ha sido el diputado Josep Maria Cruset, que es quien el martes anunció ante los medios el revés de Junts al PSOE en materia presupuestaria. Es decir, se han aglutinado las inversiones presupuestadas en Catalunya en el primer bloque (267.516,640 millones), en el segundo (5,640 millones), en el tercero (22,606 millones) y en el cuarto (1.980,656 millones) y ha hecho lo mismo con la cantidad ejecutada; también con las demás comunidades autónomas. La suma que ha llevado al partido a bloquear los presupuestos de 2025 del Gobierno es la siguiente:

El Gobierno había presupuestado para Catalunya un total de 2.276,418 millones de euros para el año 2023, pero solo ejecutó 1.028,171, de manera que cada catalán recibió 130 euros, ya que solo se ejecutó el 45% de las inversiones que se habían presupuestado. Este porcentaje se dispara hasta el 212% cuando se hace la comparativa con la Comunidad de Madrid, un territorio donde cada madrileño ha recibido 373 euros, ya que se han ejecutado 2.558,469; aunque solo estuvieran presupuestados 1.207,274 millones de euros. El territorio más beneficiado en la ejecución presupuestaria es Murcia (458,684 millones frente a 999,478 millones; un 217% y 644 euros por habitante). Catalunya es el territorio que aparece en la cola de esta lista.

 

 

Por ello, Josep Maria Cruset se quejaba este martes en el Congreso de los Diputados de estas cifras, teniendo en cuenta que "es la tercera comunidad que más recursos aporta" al conjunto del Estado. Para justificar el nuevo golpe de su grupo parlamentario al Gobierno, el diputado explicaba que Junts "ha avisado en varias ocasiones de que no forma parte de ningún bloque y que sus votos no se pueden dar por sentados". También mencionó que Junts per Catalunya ya advirtió al ejecutivo de Pedro Sánchez y María Jesús Montero de la necesidad de "corregir el bajo porcentaje de ejecución de inversiones en Catalunya" si pretendían contar con el apoyo de los independentistas.

 

Puigdemont denuncia el agravio "inmoral" que sufre Catalunya

Una vez que Junts per Catalunya ya había comunicado su decisión de bloquear los presupuestos españoles de 2025, Carles Puigdemont publicó un tuit en su cuenta de X (antes Twitter) en el que denunciaba el agravio "inmoral" que sufre Catalunya. "Cuando prometen un aumento de la financiación autonómica, después lo compensan con una inejecución de las inversiones, de manera que la cantidad siempre queda igual, porque lo que sube por un lado, baja por el otro", denunciaba.

Aseveraba, pues, que la única "alternativa" a este lastre es "tener la llave de la caja". Es decir, tener un concierto económico igual o similar al vasco. "Sin eso, Madrid seguirá viviendo de lo que extrae del esfuerzo de los catalanes; la solidaridad territorial la tenemos que decidir y acordar, no nos la pueden imponer", añadía el president de la Generalitat en el exilio en sus redes sociales. Fuentes de la alta capitanía del Gobierno admiten que el gesto de este martes por parte de Junts fue un buen batacazo, pero lo enmarcan en la pugna entre formaciones independentistas: este miércoles Pedro Sánchez viaja a Barcelona para reunirse con Pere Aragonès en plenas negociaciones entre republicanos y socialistas para investir a Salvador Illa nuevo president de la Generalitat.