Show, fake, teatro, pirotecnia fiscal, cobardía, ficción, simulacro... Son algunos de los conceptos-reproche que han disparado a Quim Torra y Pere Aragonès los diputados de la oposición desde el atril del hemiciclo del Parlament durante la comparecencia del presidente y el conseller de Economía para vender los presupuestos.

Todos sin excepción han cargado contra el ejecutivo JxCat-ERC por "no haberse atrevido a presentar las cuentas" por el procedimiento oficial. Y es que, cosa nada habitual, el Govern ha hecho público un borrador de presupuestos, pero sin haberlos aprobado en su consejo ejecutivo ni tampoco registrarlos en el Parlament -con la famosa foto del conseller de turno entregando el pen drive con los números al presidente de la cámara.

Desde la CUP a Cs acusan a Torra y Aragonés de "no creerse los números que están presentando" -en palabras de Cs y del PSC- y de "trasladar la imagen de no querer aprobar presupuestos" -según los comunes y la CUP. El premio a la frase de la tarde, eso sí, se lo lleva Santi Rodríguez, del PP: "los presupuestos, como la República, no existen".

Presión por una moción de censura

Ahora bien, a pesar de la coincidencia en el trazo grueso, a la hora de desgranar el discurso ha habido matices. PSC, PP y Cs consideran que el Gobierno está acabado y tiene que marcharse. Se lo ha dicho por la mañana Iceta a Torra y se lo ha repetido por la tarde, que si no se ve con ánimos de gobernar, ponga fin a la legislatura. Y ha puesto los ejemplos de Pedro Sánchez, que convocó elecciones cuando le tumbaron los presupuestos y de Carles Puigdemont, que se sometió a una cuestión de confianza cuando fracasaron los números de Junqueras.

El PP, que sólo tiene cuatro diputados, ha alzado la bandera para que a todo el mundo le quedara claro que "estaríamos encantados de votar a favor de una moción de censura". Nadie no lo dudaba. Su problema es que con su escasa representación en el Parlament no tienen ninguna opción de tomar la iniciativa y necesitan convencer a algún otro grupo.

Más difícil que arrancar una muela

Los que más han querido entrar al detalle de las partidas presupuestarias que ha explicado Aragonés son los comunes, y con menos entusiasmo, el PSC y la CUP. Desde Catalunya en Comú han criticado que desde finales de octubre se han mostrado abiertos a negociar y que el Gobierno ha tardado tres meses en concretar su oferta, "ha costado más que arrancar una muela", se ha lamentado David Cid.

Tanto los comunes, como los socialistas y la CUP han puesto en duda que sean los presupuestos más sociales de la historia, porque, dicen, falta inversión para acabar con las listas de espera, rebajar las tasas universitarias, invertir en jardines de infancia u ofrecer más camas en residencias. Los tres grupos apuestan por una reforma fiscal más valiente.

No harán un Pedro Sánchez

JxCat y ERC han dejado claro que no piensan iniciar el trámite parlamentario -oficial- para aprobar los presupuestos si no tienen garantizado un mínimo apoyos, por responsabilidad. Es decir, lo contrario de lo que ha hecho Pedro Sánchez.