Diego Pérez de los Cobos ha revelado el "plan B" que tenía para impedir el referéndum si los Mossos d'Esquadra no colaboraban. Así ha bautizado las cargas indiscriminadas de la Guardia Civil y el CNP. Y las ha justificado porque nunca ―ha dicho― pensó que los Mossos d'Esquadra llegarían al "nivel de inacción" que consiguieron el 1-O.

Para Pérez de los Cobos hay tres factores clave que hacen que los Mossos favorecen la celebración del referéndum: la falta de voluntad de los Mossos de impedir el referéndum, el hecho de no poner contra las cuerdas a Carles Puigdemont y la actitud de poner palos en las ruedas ante las órdenes de la Fiscalía y el Tribunal Superior de Catalunya.

Según ha explicado, se especulaba con tres hipótesis sobre la actitud de los Mossos: una que contemplaba la colaboración, otra la pasividad y la tercera el obstruccionismo. "Pensamos que se moverían entre la primera y la segunda, pero nos equivocamos, se movieron entre la segunda y la tercera", ha lamentado.

El teniente coronel ha dicho, a preguntas del teniente fiscal Miguel Ángel Carballo, que el dispositivo era "insuficiente, inadecuado e ineficaz". Diego Pérez de los Cobos ha explicado que ante la actitud "complaciente" de los Mossos y al ver que los colegios estaban funcionando con normalidad decidieron activar los antidisturbios de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado español.

 


En esta línea, ha censurado el plan de los Mossos para el 1-O que, "más que pautas, contemplaba pistas", para que los convocantes del referéndum "hicieran lo que tenían que hacer con el fin de evitar que se cerraran los colegios". "Unas pautas que se comunicaron a los convocantes y se lanzaron a los cuatro vientos", a pesar del secreto que dictaba la instrucción de la Fiscalía para impedir la celebración del referéndum.

Mientras nadie sabía cuándo y cómo actuarían los 6.000 policías y guardias civiles que intervinieron en esta jornada, "todo el mundo supo con antelación" lo que harían los Mossos. "Alguien procuró que se supiera", ha sugerido.

Y es que, según el coronel de la Guardia Civil, el dispositivo que estableció Trapero para el 1-O tuvo varios elementos que fueron "ineficaces", "perversos" e "inapropiados", como los binomios enviados a cada punto de votación, la activación de un número de efectivos "insuficiente" o un "sistema de generación de refuerzos laberíntico" o que no se activaran las unidades antidisturbios de los Mossos.

"Todos estos criterios de actuación y elementos que aisladamente ya eran perversos para la consecución de la finalidad de impedir el referéndum, en su conjunto lo eran más. Y todavía muchísimo más si se filtran y se ponen en conocimiento público por parte de los convocantes y de los que tenían que acudir a aquella actividad ilegal, que ya sabían el escenario que se encontrarían", ha denunciado.

La situación empeoró, según Diego Pérez de los Cobos, cuando Carles Puigdemont pidió públicamente a la ciudadanía que protegieran los votos. Según el teniente coronel, "el grado de resistencia que las unidades se encuentran se incrementa considerablemente".

 


Según De los Cobos, la jefatura de los Mossos de la época, con Trapero al frente, lanzó un "mensaje de equidistancia" días antes del 1-O al sostener que obedecían los mandatos judiciales y de fiscalía y que también cumplían con las órdenes de sus autoridades gubernativas.