Anna Gabriel, exiliada en Suiza desde la aplicación del 155 a Catalunya, ha seguido hoy una intensa agenda política en la Catalunya Nord, donde ha coincidido con el vicepresidente del Consell per la República, Toni Comín. Gabriel ya participó el mes de junio en la celebración de los 60 años de Òmnium en Elna (Rosselló), pero hasta entonces su actividad política había sido muy discreta. Lo ha atribuido hoy al hecho de que trabaja en Ginebra para un sindicato.
Gabriel ha pasado gran parte del día precisamente esta localidad rosellonesa, y ha comido con el alcalde, Nicolas Garcia. También ha visitado la Maternitat de Elna, la institución humanitaria fundada por la suiza Elisabeth Eidenbenz que acogió a mujeres, y especialmente exiliadas, en los años 30, hasta que los nazis la cerraron. Allí nacieron 597 niños, muchos de ellos de refugiadas internadas en los campos próximos a la localidad.
"De los exilios, la lucha, la dignidad y la valentía, no solo nace la vida, sino que surgirá la victoria. Gracias a todas las que lo habéis hecho posible", ha escrito Gabriel en el libro de la histórica entidad.
El alcalde ha publicado en la red su jornada con la exiliada. "Hoy he tenido el placer de pasar el almuerzo y buena parte del día con Anna Gabriel, diputada de la CUP. Exiliada por fuerza, visita de la Maternitat, encuentro fortuito con catalanes del sur y ahora invitada de la hora solidaria en Alenyà", ha apuntado.
Por la tarde, Gabriel se ha trasladado a este otro municipio rosellonés, donde ha coincidido con Comín, en un acto organizado por el Consell de Solidaritat Catalana.
Después de la bienvenida del alcalde, Jean-André Magdalou, la exiliada ha hablado del hilo histórico de su lucha alternativa. "Yo vengo de una tradición obrera. Vengo de una familia anarquista y mi madre se hizo militante comunista, y para mí un hilo de continuidad natural con la defensa de la clase trabajadora, la lucha por el territorio y en la defensa de las mujeres era hacerse independentista. Era una secuencia natural", ha manifestado.
Gabriel ha pedido disculpas por si a veces no puede acudir a los actos que le proponen y ha argumentado que es por cuestiones de trabajo. "No quiero decir que los otros compañeros de exilio no trabajen, ¿eh?. Es que yo estoy en Ginebra trabajando para un sindicato", ha aclarado.
La semana pasada tuvo lugar también un acto reivindicativo en Salses, la frontera norte de Catalunya que en la edad media la separaba de Occitania y, posteriormente, del Reino de Francia. El encuentro, denominado Unitat i Llibertat, contó con el apoyo de las instituciones i entidades del Consell per la República, Òmnium Cultural y el Assemblea Nacional Catalana. "Sabemos de dónde venimos y dónde vamos: a culminar el procés de autodeterminación de los Països Catalans", clamó la presidenta de la Assemblea, Elisenda Paluzie.
"Somos respetuosos hacia los diferentes ritmos en el procés de liberación nacional, pero sabemos de dónde venimos y dónde vamos: a culminar el procés de autodeterminación de los Païses Catalans", insistió.
Lluís Puig (conseller en el exilio y miembro del Consell per la República), aprovechó para manifestar su vínculo con la Catalunya Nord: "Para mí era importante estar aquí. He trabajado por la cultura y la lengua toda la vida. Cuando estoy aquí, con todos estos amigos de la cultura catalana, estoy en casa... ", dijo.