Tanto el president, Quim Torra, como los portavoces de JxCat y ERC, Albert Batet y Sergi Sabrià, han asegurado que la sentencia del 1-O marcará una nueva etapa en que el independentismo retomará la iniciativa. Los tres han coincidido en la previsión, pero también en el hecho de que ninguno de ellos ha concretado de qué manera se materializará este objetivo. El president se ha subido a las 11 de la mañana a la tribuna del Parlament con la respuesta a la sentencia como una de las grandes incógnitas del curso que empieza y con el hemiciclo agitado por la operación policial del lunes contra los CDR. Cuando poco después de las siete de la tarde se ha levantado la sesión, el debate de política general no había servido para revelar este interrogante, pero sí para constatar de nuevo el aumento de la tensión en el hemiciclo, donde Ciudadanos ha añadido la acusación de terrorismo a los reproches habituales contra el independentismo.
El president no ha incorporado durante la sesión de la tarde más información a la que ya había apuntado -poca- por la mañana sobre la sentencia que se tendrá que conocer en los próximos días. No obstante, los socios del ejecutivo sí han aprovechado las intervenciones de los respectivos portavoces para dejar claro el cierre de filas con el president, a pesar de las diferencias estratégicas entre JxCat y ERC. "Sus propuestas de gobierno son nuestras propuestas también de gobierno y quiero destacar que las propuestas nacionales hoy confluyen", ha asegurado el republicano Sergi Sabrià después de que por la mañana los diputados de JxCat y de ERC habían escenificado esta voluntad con una reunión conjunta de los grupo antes de empezar el pleno.
Ha sido un debate de política general meteórico en que Torra ha optado por agrupar en a penas veinte minutos las respuestas a todos los grupos, los cuales disponían cada uno de media hora de intervención y una contrarréplica de 4 minutos. El pleno ha empezado a las 11 de la mañana y poco después de las siete de la tarde, ya había acabado.
Tensión con Ciudadanos
No obstante, ha sido tiempo suficiente para que desde Ciudadanos, Lorena Roldán apostara por mantener la tensión y los decibelios impuestos en el Parlament por Inés Arrimadas. La portavoz naranja no ha tenido ningún inconveniente en vincular las detenciones de los CDR con terrorismo y señalar a Torra como responsable del "comando". "En este país ya hemos visto derramar demasiada sangre", ha llegado a advertir mientras mostraba una fotografía del atentado de ETA en Vic el 1991.
Todo ello ha provocado un toma y daca con el presidente de la Cámara, Roger Torrent, que la ha llamado dos veces a la orden y le ha cortado el micrófono, y una disputa con el portavoz del grupo naranja, Carlos Carrizosa, mientras desde los escaños del PP se escuchaba uno "¡Viva la Guardia Civil"! del diputado Daniel Serrano.
En la réplica, Torra ha advertido que es una irresponsabilidad colosal la asociación que intenta hacer Cs entre independentismo y terrorismo y ha reprochado el tono a la diputada. Así mismo le ha advertido que por más que lo denuncien ante los tribunales por mantener colgado a la Generalitat el lazo amarillo, la pancarta por los presos políticos seguirá en el balcón. La respuesta no ha gustado a los escaños de Cs que ha protestado hasta provocar que Torra los cortara con uno "hablo yo. Ustedes ahora, escuchan", además de pedirles que se guarden los comentarios - "muy desagradables" - que hacen durante todo el debate.
Aunque sólo tenía cuatro minutos, Roldan ha aprovechado la réplica para repetir una vez y otra la palabra comandos. "¡Comandos separatistas radicales, sí señor!", ha insistido, sin conseguir que Torra hiciera el tercer llamamiento al orden que habría comportado retirarle la palabra.
Las elecciones del 10-N también han sobrevolado el pleno. En la tribuna de invitados, seguían el pleno la hasta ahora diputada de JxCat Laura Borràs -repetidamente citada por los grupos de la oposición a pesar de no ser ni siquiera diputada en el Parlament- y la popular Cayetana Àlvarez de Toledo -una de las novedades de la jornada-. Ni por la mañana ni por la tarde se han presentado entre el público ni expresidentes del Gobierno o el Parlamento, ni representantes de las entidades independentistas o de la sociedad civil.
El socialista Miquel Iceta ha advertido al president sobre los efectos de una estrategia de confrontación y ha pronosticado un nuevo 155, sin citarlo explícitamente. "No queremos llamar al mal tiempo, pero les decimos que si vuelven a hacer lo que hicieron, volveremos a una situación que no es la deseable", ha advertido.
Por parte de los Comuns, Jéssica Albiach ha reclamado una "respuesta eficaz" ante la sentencia del 1-O y ha advertido que "mientras los presos estén en la prisión no podrá haber una confrontación política democrática". En el turno de respuesta el president les ha reprochado las referencias de Pablo Iglesias a aceptar a un 155.
CUP: "Hablemos"
La reacción del Govern y los partidos que forman parte del ejecutivo ante las detenciones de los CDR del lunes ha sido uno de los aspectos que ha centrado la intervención del portavoz de la CUP, Carles Riera, que ha tildado de "débil" su reacción, En la respuesta a la CUP, Torra ha defendido el papel de los Mossos cuando actúan como policía judicial y ha advertido que estas situaciones se repetirán hasta que la independencia sea una realidad. Con todo en la contrarréplica Riera se ha mostrado dispuesto a hablar con el Govern si plantea un giro social en su política y avanzar de verdad en el ejercicio del derecho a la autodeterminación. "Hablemos", ha propuesta.
El popular, Alejandro Rodriguez, ha denunciado que se está asistiendo a la degradación del parlamentarismo en Catalunya. "Este se el nivel Maribel", ha sintetizado el portavoz popular como guinda del pleno que ha vivido la Cámara.